En los primeros compases, el Cartagena hizo gala de su rol como favorito por ser uno de los segundos clasificados en Segunda B. Con un control paciente de la posesión, movía el esférico sin prisas, esperando un error de sus rivales. Sin embargo, poco a poco, el Castilla empezó a hacer acto de presencia sobre el tapete del Di Stéfano. No obstante, la fuerte imposición de los de Gustavo Munúa impedía cualquier atisbo de los locales por crear peligro. Con mucha concentración, los dos equipos se mantenían precavidos, sin ocasiones a destacar en los minutos inaugurales.
Pasado el tramo inicial, se produciría el primer contratiempo para el cuadro visitante. Obligado por lesión, Jesús Álvaro tendría que ceder su puesto a Luis Mata. Pese a ello, la peor noticia para los cartageneros llegaría poco después. El filial madridista, que llevaba varios minutos dominando el partido, sería el encargado de abrir el marcador. Tras una pared y una devolución por alto de Cristo, Dani Gómez batiría a Joao Costa con un chut raso por el palo corto. A continuación, en búsqueda de la reacción, el Cartagena dispondría de varias aproximaciones al área local, pero sin fortuna de cara a puerta.
No obstante, las transiciones del Castilla por las bandas estaban causando serios problemas al conjunto murciano. En una de ellas, De Frutos se escaparía por el sector diestro, se iría hasta línea de fondo, pondría el balón atrás y Dani Gómez haría el segundo para los suyos. Así, llegaban más dificultades para los visitantes, que estaban perdiendo demasiados balones que favorecían al equipo blanco. Con el encuentro totalmente controlado por los de Manolo Díaz, Cristo colocaría el tercero. En un nuevo contraataque del filial madridista, el tinerfeño recibiría en banda izquierda y aumentaría aún más la ventaja antes del descanso.
En el segundo periodo, Gustavo Munúa realizaría su segunda modificación, dando entrada a Sergio Ayala por Óscar Ramírez. De esta manera, el Cartagena pasó a formar una defensa de cuatro, con Santi Jara más retrasado en la banda. Aunque el cuadro visitante salió con la intención de mejorar su versión, la defensa del Castilla se mantenía inexpugnable. Con una presión asfixiante, los jugadores blancos buscaban la recuperación rápida del esférico. Esta práctica ejecutada por los locales dificultaría la creación del juego de sus contrincantes, que no eran capaces de franquear el marco defendido por Luca.
Sin variaciones en el resultado, Manolo Díaz llevaría a cabo su primer cambio. Único integrante madridista con tarjeta amarilla, Martín fue sustituido por Jaume. Con más calma por el abultado resultado, el Castilla ya no se movía con la misma intensidad. Sin embargo, De Frutos aún dispondría de una buena oportunidad para ampliar la goleada. Desesperado por el marcador, la impotencia haría acto de presencia en los efectivos del Cartagena. Tras una falta sobre Cristo, Moisés García sería expulsado por doble amonestación. De esta forma, los problemas seguían aumentando para los visitantes, que se quedaban con uno menos.
En el tramo final del choque, ambos entrenadores completaron sus últimas modificaciones. Por parte del conjunto murciano, Antonio López ocupó la posición de Aketxe; mientras que en el Castilla, se retiró el bigoleador de la tarde, Dani Gómez, y entró Sergio López. No obstante, a pesar de estar en desventaja numérica, Santi Jara añadiría un poco de salsa a la eliminatoria con un gol en los minutos finales. Con este resultado, el filial merengue coge ventaja para el partido de vuelta. Sin embargo, el Cartagena todavía preserva sus opciones de levantar la eliminatoria ante su público en Cartagonova el próximo fin de semana.
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