Arrancaba la jornada número cuarenta y uno en el Estadio Municipal de Santo Domingo, era el último encuentro que albergaría este estadio en esta temporada, los alfareros, con muchas novedades en el once, recibían al ya descendido Nástic.
Ponían los amarillos el balón a rodar sobre el verde de Alcorcón, en los primeros compases serían estos los dueños del partido y en el cinco contarían con la primera ocasión, un disparo de Borja Galán estuvo a escasos centímetros de introducirse dentro de la portería defendida por Bernabé.
Pero llegaría el gol visitante en la primera ocasión de los catalanes, Javi Márquez probó suerte desde la frontal del área y, a pesar de que Raúl Lizoain tocó el esférico, este no logró despejarlo y entró al fondo de la red, se adelantaban a la primera de cambio los tarraconenses. Estaban siendo mejores los madrileños, por ello no dejaban de contar con ocasiones, pero sin materializarlas en goles, Felipe la tendría tras recoger un rechace a un disparo de Nono, pero Bernabé despejó el tiro.
Tras pasar por el ecuador del primer tiempo el encuentro se igualaba, era un vaivén de ocasiones y escaseaba el juego por el medio, por ello estaba descontrolado. Tras un rebote del balón en el poste Boateng se quedaba con el balón en el aire y con la portería vacía, pero el siete no consiguió golpear bien el balón y desaprovechó la oportunidad de igualar el encuentro. Cotán la tendría para los suyos con una volea lejana, pero Lizoain estuvo atento y desvió a córner el balón. Estaban viviéndose los minutos más vistosos de este tramo final de temporada en Santo Domingo. Se llegaba al final del primer tiempo con la victoria por la mínima y con un juego vistoso sobre el verde del sur de Madrid.
Se ponía a rodar la pelota de nuevo en Santo Domingo, la intensidad de ambos equipos era palpable, al igual que la ambición por conseguir todos y cada uno de los balones divididos. A los cinco minutos David Mayoral recibiría un gran pase de Nono, el banda decidió dar un pase de la muerte a Sandaza que llegó forzado y el disparo lo mandó a las nubes, desperdiciando así otra gran ocasión.
El partido se enfriaba durante unos minutos el Nástic agotaba en el sesenta todos sus cambios. El desarrollo del juego empeoraba, carecía de buenas combinaciones y no sucedían ocasiones de peligro, ninguno de ambos conjuntos estaba jugando bien, movían el balón sin tener largas posesiones. La tendría Pipa en el setenta y dos, una gran internada por la derecha del dorsal quince que, al plantarse ante Lizoain, no dudó en disparar, pero el guardameta ganó el asalto.
Se llegaba al tramo final del encuentro, una segunda parte soporífera podría arreglarse con unos buenos diez minutos, pero la intensidad no hacía preverlo.
Finalizaba el encuentro, el Nástic se hacía con los tres puntos y abandonaba el farolillo rojo de la tabla, dejando al Córdoba en ese puesto. Además desmoronaba la ilusión de los congregados hoy en Santo Domingo, es el quinto partido de los alfareros sin ver puerta.