Hace seis años el Mallorca afrontaba un descenso traumático a Segunda División tras 16 años consecutivos en Primera. Con ese descenso, la situación se fue agravando temporada tras temporada, llegando a la cúspide del desastre en Miranda de Ebro. Ahí, se certificó el descenso más doloroso de los últimos 40 años del club.
Ahora, tras seis años, un grupo de jugadores dirigidos por Vicente Moreno protagonizan el episodio más ilusionante del Mallorca desde 2010. El posible retorno a la máxima categoría ha revolucionado el panorama futbolístico de la isla.
Esta temporada ha servido para regenerar el núcleo mallorquinista. La movilización que se ha llevado a cabo este último mes, ha provocado que el club tenga que rectificar en su política hacia al aficionado. La gran demanda es el resultado de la vuelta de la ilusión al seno bermellón.
22 años después…
El último ascenso data de 1997, cuando el conjunto balear fue capaz de superar al Rayo Vallecano. Un gol de Carlitos en Vallecas se convirtió en leyenda mallorquinista. Aquel año el Mallorca entró al cielo de la Primera División con la cabeza agachada, sin ser favorito, pero fue capaz de tirar abajo la puerta del Olimpo. Este año, con la misma vitola, se enfrenta a otro reto mayúsculo. Entre sus rivales para ocupar la última plaza en la Liga de las estrellas, se encuentran dos históricos como el Málaga y el Deportivo. El otro equipo que luchará contra tres equipos que fueron europeos en un pasado glorioso es el Albacete de Ramis.
Los manchegos se han plantado en este playoff como la revelación de la temporada junto al Mallorca. Un año muy regular con picos de fútbol muy elevados. Esta situación le ha permitido llegar a esta privilegiada situación. Sin embargo, un final de temporada flojo le ha privado de luchar por la segunda plaza. Esta mala racha le ha hecho perder la tercera plaza en detrimento del Málaga.
El Albacete será el rival bermellón para llegar a la posterior final. Un primer escollo rocoso en el que destacan jugadores de la talla de Aleix Febas, Roman Zozulia o Jéremie Bela. Los resultados entre ambos dan por favorito al equipo que viste de blanco. Dos victorias (1-3 y 2-0) son el balance entre ambos equipos. No obstante, en un play-off, estos datos no sirven de nada, todo se afronta de otra manera.
Con este panorama se afronta en la isla el reto de volver a la máxima categoría. La ilusión rebosa por Son Moix que será el escenario del primer asalto, que espera la mejor entrada de la temporada. ¡Empieza el play-off!