Las suecas partían como claras favoritas ante Tailandia. La selección tailandesa llegaba a la segunda cita mundialista tras recibir la mayor goleada de este mundial, un abultado 13-0 que le endosó USA. Suecia no quiso ser menos que la selección americana y, tan solo cinco minutos después de empezar el partido, se adelantó gracias a una falta lateral sacada por Rubensson que Sembrant consiguió cabecear en el área pequeña para hacer el primero de los dos goles de cabeza anotados.
Pocos minutos después, la cancerbera de Tailandia, Boonsing, hizo una buena parada a un disparo lejano, pero dejó muerto el balón dentro del área y Asllani lo aprovechó para hacer su segundo gol en lo que va de Mundial.
La selección de Tailandia tenía claro que contaba con escasas posibilidades de pasar de ronda ante un grupo tan complicado como el suyo, por lo que este hecho fue lo que las liberó a mostrar su fútbol. Buscaron replegarse atrás para cerrar cualquier hueco que permitiese entrar a una jugadora sueca y encontrar alguna contra donde salir con velocidad.
Aunque el tercero de las suecas poco se hizo esperar. Rolfo, la centrocampista sueca, se sacó de la chistera un potente disparo desde la frontal directo a la escuadra, al que no pudo llegar Boonsing, la cancerbera tailandesa.
El poderío aéreo de las suecas se hizo notar durante todo el encuentro y así se formalizó con el segundo gol de cabeza. Otro centro lateral en el que Hurtig se anticipaba con su remate.
Llegó uno de los momentos especiales del mundial. Tailandia anotó su primer gol, haciendo historia para su país, gracias a una contra en la que la capitana, Sungngoen, disparó con un preciso disparo para hacer historia. Nada más marcar, llegaron las lagrimas de emoción en el cuerpo tecnico tailandés y en sus jugadoras. Al fin llegó el ansiado primer gol de Tailandia en un Mundial.
Poco les duró la alegria ya que tras una mano dentro del area tailandesa, Rubensson, transformó el penalti y puso el definitivo 5-1 en el marcador.
Previo al partido sucedió un acontecimiento negativo. La central sueca, Nila Fisher, es una de las cuatro jugadoras que tienen una estatua en Suecia hecha por la federación sueca de fútbol y la empresa de bebidas gaseosas, Coca Cola, debido a la gran importancia de las jugadoras por su valor y lucha a favor del colectivo LGTBI y la búsqueda de la integración total de la mujer en el mundo del fútbol. Esa misma estatua, hecha con un sentimiento tan bonito, fue destrozada ayer como informaron los medios suecos, por lo que la zaguera sueca estaba con muchas ganas de marcar gol y reivindicarse ante esta situación.
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