El jugador esloveno Vlatko Čančar, de 22 años, abandona la disciplina del San Pablo Burgos para iniciar su propia aventura en la NBA.
En el Draft de la NBA de 2017, Denver Nuggets eligió solo tres jugadores. Su primera elección (que era el número 13 del draft) fue Donovan Mitchell, que se convertiría en el mejor rookie de 2018. Su segunda selección fue un chaval de 20 años de origen esloveno, Vlatko Čančar, en el Pick 49. Elegido antes que Monte Morris, que es otro otro jugador que ha destacado este año en la liga americana.
Viendo la trayectoria de este último y sobre todo, de Mitchell, y el origen de Čančar, parece que las decisiones de Denver fueron acertadas.
Sin embargo, Čančar no encontró hueco en el equipo y antes de difuminarse en la Liga de Desarrollo, prefirió seguir formándose en el KK Mega Leks, equipo de Serbia. Otro de esos países en los que el Baloncesto es algo más que un deporte. Y de ahí, a la ACB. Parece que el camino trazado por Vlatko está plagado de decisiones acertadas.
Y mientras, el club San Pablo de Burgos, en una demostración de que a veces es más importante el criterio que el dinero, consiguió hacerse con los servicios de un alero esloveno, que jugaba en Serbia y que ya había sido drafteado en la NBA. Sin duda, una decisión acertada del equipo de Diego Epifanio.
Ahora se cierra el círculo: los Nuggets recuperan a un jugador mucho más “hecho” y más maduro. Čančar vuelve a tener la oportunidad de vivir la gran experiencia de su vida. Y el club burgalés San Pablo, entre otras cosas, adquiere el orgullo de haber servido de trampolín para lanzar a un jugador suyo a la NBA.
Todos contentos.