La visita del Sevilla en Mendizorroza suponía la búsqueda de su vuelta a la victoria frente a un Alavés que quiere mantenerse lo más arriba posible. El reencuentro de Aleix Vidal con su exequipo y el intento de ganar en este estadio tras tantos años, serían los alicientes para el choque entre el Alavés y el Sevilla.
Jordán da solución al atasco de un Sevilla superior
El conjunto de Lopetegui parecía ser quien iba a marcar el ritmo del encuentro pero el primer susto lo daría Joselu. Una salida rápida del esférico por parte de Wakaso hacía pensar a la defensa sevillista que Lucas Pérez recibía en fuera de juego, pero ante el estupor de los andaluces, metería un pase en largo que Joselu aprovecharía para cruzarla, aunque se le marcharía rozando el palo izquierdo de Vaclik.
No por ello se iban a echar atrás los sevillistas. El ataque y la posesión del balón seguía siendo del conjunto hispalense, quien trataba de llegar a la portería de Pacheco por las bandas, aprovechando sobre todo el desequilibrio de Ocampos. El problema estaba siendo el gran estado defensivo del Alavés, el cual se negaba a permitir que entraran en su área pero, cuando pasaba, sabía reaccionar.
Pero quien insiste al final suele conseguir lo que busca y Joan Jordán sería el autor. Tras una jugada donde Ely derribaba a Reguilón y le daba una oportunidad perfecta en la frontal del área al mediocentro sevillista. La falta iba a ser ejecutada a la perfección consiguiendo abrir el marcador y sumando su segundo tanto de la temporada.
Una revolución esperada
El gol de Jordán activaría al equipo de Garitano, quien no quería seguir con la misma estrategia de esperar atrás y salir con todo a la contra. Sería eso lo que permitiría a partir de entonces mayores huecos y un juego más rápido por ambos conjuntos. Tanto Sevilla como Alavés tenían intención de buscar el gol con más ahínco y esto abriría el partido todavía más.
Tras el paso por túnel de vestuarios, el Alavés salió con la fuerza de quien necesita igualar el marcador por lo menos, pero el cuadro sevillista estaba tan bien plantado que le era imposible llegar hasta la portería de Vaclik. Por el contrario, el Sevilla estaba todavía más cómodo y se veía a todo el equipo atacando cada vez que podían, manteniendo solo por detrás a Carriço, Diego Carlos y Fernando.
La polémica llegaría con un pisotón de Fernando sobre Aleix Vidal dentro del área. El jugador, su equipo y toda la grada pedían que se revisara, y cuando parecía que gracias al VAR se le iba a conceder un penalti aparentemente claro, Hernández Hernández pitaría a favor de continuar el juego.
Un final de infarto
La presión que estaba sufriendo la defensa sevillista iba aumentando por momentos, pero no por ello el Sevilla se estaba encerrando atrás. Lopetegui había preparado unos cambios para que su equipo tuviese salidas más rápidas desde atrás y esto podía pasarle factura al conjunto local. Algo que le haría ver Chicharito con su tiro al palo de la portería de Pacheco.
El conjunto de Garitano iba arrinconando cada vez más al Sevilla y durante los minutos finales daba la sensación de que el Alavés iba a tener su oportunidad. Y tendría más de una ocasión, ya que Rodrigo Ely y Manu García tendría dos ocasiones claras, pero el césped mojado o una falta de centímetros harían que ninguno pudieran convertir el gol.
Los últimos minutos serían de pura tensión. Una pequeña tangana entre ambos equipos sacarían del encuentro al Sevilla y eso le podría haber permitido a Manu García igualar el marcador, pero el desacierto estaba del lado vasco esa tarde y los tres puntos quedarían finalmente en el lado sevillista.