El RC Celta se ha impuesto de manera merecida al Athletic Club de Bilbao gracias a un gol de Iago Aspas a un cuarto de hora para la finalización del encuentro. Victoria balsámica y muy trabajada para los celestes, ante unos leones muy ordenados y voluntariosos, defensivamente hablando, pero que no mostraron sus garras y finalizaron el encuentro inéditos en ataque.
El partido comenzó con un Celta brioso y con ganas de marcar el territorio. No había transcurrido ni un minuto de juego cuando un centro de Denis Suarez cabeceado por Aspas se escapó por el lado derecho de la portería rojiblanca. Ocasión celtiña que sirvió para meter a su parroquia en el partido.
Primeros instantes de toma y daca en el centro del campo sin más oportunidades de gol que la anteriormente reseñada. Con el paso de los minutos los de Gaizka Garitano fueron serenándose y equilibrando el encuentro. Pero al Celta se le veía mejor plantado en el verde de Balaidos.
Aspas de nuevo volvió a inquietar a la zaga bilbaína pero su golpeo con la zurda fue taponado por la zaga rojiblanca. Con la mitad del primer acto ya superada Olaza sirvió un buen centro que Santi Mina con su testa no pudo concretar en gol.
El Athletic romo en ataque, apenas se había prodigado por el área contraria, salvo en una aproximación de Oscar De Marcos en la que no se atrevió a chutar y su pase se fue al limbo. Los rojiblancos fiaban su suerte a la solidez defensiva mostrada por sus centrales y el trabajo de contención de Dani García y Vesga.
La propuesta ofensiva de los vizcaínos estaba siendo nula. Los jugones celestes aparecían entre líneas pero no acertaban con el último pase. Entretanto lo más destacable del envite eran las ganas que ponían los de Fran Escribá por adelantarse en el simultáneo fruto de su necesidad clasificatoria. Pero ese pulso lo estaba ganando el entramado defensivo propuesto por el míster visitante.
El final del primer tiempo se animó respecto a lo presenciado hasta ese momento. Los últimos cinco minutos fueron más dinámicos e imprevisibles. El Athletic apareció por el área contraria y Vesga estrenó los guantes de Rubén Blanco. A renglón seguido Mina pudo poner a su equipo en franquicia y con el tiempo ya cumplido Dani García dio la réplica para los bilbaínos.
Tras el paso por vestuarios, los celtiñas salieron con una marcha más en su intento de desequilibrar el simultáneo. Aspas y Okay Yokuslu tuvieron la oportunidad de hacerlo en sendos remates marrados.
Claro dominio local pero sin muchas ideas. Llegadas celestes que la dupla de centrales rojiblancos abortaban con solvencia erigiéndose en los dos hombres más destacados de su equipo.
Las carencias ofensivas de los visitantes aumentaban la confianza celeste. El plan de partido de Garitano era rácano y la propuesta ofensiva inexistente. El cambio de Oihan Sancet por De Marcos fue lo más positivo de lo visto hasta el momento. La perla del filial tendría la posibilidad de disputar unos minutos y cambiar la imagen dada por su equipo hasta el momento.
Nada más salir, el navarro recogió un balón en la frontal y tras un buen control orientado puso a prueba al guardameta local en la acción más destacada en el segundo tiempo de los leones. El espejismo duró un instante, porque a renglón seguido el Celta por mediación de Mina volvió a disponer de otra clara ocasión que fue preludio al primer gol celtiña.
Porque tanto va el cántaro a la fuente, que a un cuarto de hora para la conclusión, se le rompió a los leones y a su falta de ideas y ambición ofensiva. Córner a favor de los locales que sirvió para que Iago Aspas se estrenase en la presente temporada y llevase la algarabía a la grada de Balaidos.
El gol le sentó de maravilla a los gallegos que disfrutaron de un final de partido placido y sin muchos contratiempos salvo un par de acciones a balón parado de los foráneos. El Athletic acabo desorientado y sin punch a pesar de que su entrenador metió a Larrazabal y Aduriz en un último intento por igualar la contienda.
El Celta tan solo tuvo que esperar ordenado y con oficio a que Medié Jiménez decretase el final del partido para lograr la segunda victoria del curso y afrontar el parón de selecciones con otra cara. Era una final para los celestes y la han sacado adelante. Su próxima prueba será en Mendizorrotza ante el Deportivo Alavés.
En cambio el Athletic suma su segunda derrota consecutiva y tendrán quince días para lamerse las heridas y preparar su próxima revalida que será en San Mames ante el Real Valladolid. Su mister en rueda de prensa defendió su idea y se lamentó de las continuas imprecisiones de los suyos en los ultimos metros «la propuesta ha sido la de siempre, en el primer tiempo les hemos apretado mucho arriba incomodando a un equipo con mucha calidad, el segundo tiempo nos ha costado mas. Pero si no aciertas en los ultimos treinta metros te obliga a estar perfecto atras. El partido se podia ir en un detalle como asi ha sido».