Oviedo y Sporting demostraron este fin de semana que pueden plantar cara a cualquiera que se ponga por delante. Pese a ello, ninguno de los dos logró el triunfo, aunque los carbayones sí sumaron puntos a su casillero. A los azules les faltó algo más de chispa en los metros finales. Fueron superiores a un Almería que apenas puso en problemas la meta carbayona. Los rojiblancos, que también compitieron de tú a tú en el Ramón de Carranza, se volvieron de vacío tras un partido muy marcado por una polémica decisión del VAR.
Falta de contundencia y arbitraje pernicioso
- Fin a la racha: La principal consecuencia del partido en tierras gaditanas para el Sporting es que la racha de juego eficaz y que convencía a la gente se quebró. Esto fue acompañado del trágico resultado, pero lo más preocupante fue lo primero. El equipo compitió y de no ser por factores externos hubiera tenido la posibilidad de sumar algún punto. Pero lo cierto es que a pesar de repetir un once completo o con variación mínima como fue este caso, las sensaciones fueron muy diferentes a los últimos encuentros frente a Elche y Zaragoza. Habrá que ver en el futuro si fue solo un bache puntual o una vuelta a las andadas.
- La contundencia en las áreas: Lo que inició la condena al Sporting en el Ramón de Carranza fue su falta de contundencia en las áreas. Con 0-0 dispuso de dos acciones para adelantarse que marró. Algo que el Cádiz no haría. Perdonó una, pero a la segunda en un córner, Marcos Mauro castigó la poca intensidad en la defensa del balón parado. Ya en la segunda parte más de lo mismo. Un grave error de Molinero costó el segundo gol. El Cádiz, como buen líder y con un estilo de juego basado principalmente en penalizar la equivocación rival ejecutó su plan a la perfección.
- El problema no es el VAR; son los que lo manejan: Pero el Sporting logró reaccionar y tras el 2-1 transmitía buenas sensaciones. El 2-2 se veía posible, pero apareció un enemigo habitual esta campaña; el VAR. Pero el problema no es el sistema, sino quien lo usa. El arbitraje de Sagués Oscoz fue pernicioso, pero no había influido en el resultado hasta entonces. Fue Pulido Santana -quien ya se la lió al Sporting en Huesca– el que quiso su cuota de protagonismo, indicando la revisión de una jugada que el propio protocolo del VAR dice que no debe ser revisada, ya que no es una acción nítida. Sagués Oscoz, temeroso de equivocarse, siguió lo que su compañero desde Las Rozas le indicó y señaló esa infame pena máxima. Según informó El Comercio, esto le ha valido una reprimenda del CTA a ambos colegiados. Pero el daño ya está hecho. Además de que la reprimenda sirve de poco, ya que ambos volverán a arbitrar la próxima jornada.
- Las tarjetas y la sub21 condicionan el próximo derbi: Otras de las consecuencias del encuentro en es que hasta seis jugadores de la plantilla están apercibidos. Una razón que puede forzar obligatoriamente a José Alberto López a hacer más cambios previstos frente al Numancia antes del derbi. Lo que más preocupa es la defensa. Con la duda del estado de Babin, dos de los tres centrales restantes están apercibidos. Otro es Manu García que ya se sabe es baja segura para la visita al Tartiere al estar concentrado con la sub21. Son peajes a pagar de una pésima organización de la competición y de tener jugadores con una calidad superior a la categoría.
El Oviedo se atasca arriba
- Superiores al Almería. El Real Oviedo fue mejor que su rival durante los noventa minutos. Los azules hicieron un gran partido y supieron frenar a un equipo que llegaba al Tartiere en ascenso directo. Ordenados en defensa y sin conceder ocasiones en un encuentro en el que Rozada tuvo que confeccionar su once titular. La baja de Lolo dio entrada a Jimmy; Javi Fernández actuó como central, ya que Christian pasó al lateral tras la sanción de Mossa. Sangalli tampoco estuvo, y fue Omar Ramos quien ocupó su lugar sobre el verde. En el otro costado tampoco estaba Saúl Berjón, que saltó en el segundo tiempo. Fue Bárcenas quien actuó en esa posición.
- Con los de casa. El Real Oviedo acabó el partido con Jimmy, Borja, Saúl Berjón y Riki sobre el terreno de juego. Algo a destacar, ya que se trata de cuatro jugadores de la casa. Además, a ellos hay que sumar a Javi Rozada en el banquillo. Cuatro ovetenses sobre el césped y otro en el banquillo. Saúl y Borja parecen haberse consolidado en el puesto con Rozada; Jimmy seguirá trabajando para continuar teniendo opciones, ahora que Lolo regresa tras la sanción; Riki, que era la primera vez que entraba en una convocatoria con Rozada en el banquillo, peleará por seguir contado para el míster.
- Borja brilla en el Tartiere. Uno de esos canteranos, Borja Sánchez, brilló con luz propia. Fue el encargado de guiar al equipo en ataque. Sin Saúl en el campo, sobre él cayó el peso del equipo en ataque. El canterano no se arrugó, y se mostró muy participativo. Nunca rehuyó del balón, apareció por toda la zona ofensiva del terreno de juego e intento dar ritmo al ataque oviedista. De sus botas nacieron las mejores acciones del Real Oviedo en ataque. Su buen momento de forma le hace ser ya uno de los fijos para Rozada.
- Christian Fernández y su rol como lateral. Otro de los nombres a destacar tras el encuentro frente al Almería es el de Christian. El zaguero regresaba al lateral izquierdo tras la sanción de Mossa, y dejó muy buenas sensaciones. En defensa no estuvo muy exigido, aunque resolvió bien todas las situaciones en las que tuvo que intervenir. En ataque, el cántabro se incorporó en numerosas ocasiones y puso buenos centros, que no encontraron el premio del gol.