Como si de Disney se tratase, el Mallorca salió a recibir al Betis dormidos. La tarde invernal se presentaba aciaga para los baleares. Los andaluces salieron al césped de Son Moix mucho más activos y con una gran cantidad de seguidores verdiblancos para alentar a los de Rubí.
De inicio, Reina puso dos veces en complicaciones a los suyos, pero sin malos mayores. Sin embargo, Baba si que oscureció el panorama a los bermellones. Una zancadilla en el área que supuso el 0-1 de penalti de Joaquín. El bético, con suma clase y calma, engañaba a la perfección a Reina.
El gol visitante espabló a Kubo, el japonés se puso el mono de trabajo y probó dos veces a Joel. A los primeros arreones bermellones los contestó rápido el Betis. En una contra muy bien llevada, Gámez salvaba el 0-2 bajo la línea de gol.
Aunque el Mallorca adelantó líneas y se animó en ataque, pecó en la falta de contundencia en defensa y en la fragilidad de Baba. Este último volvó a errar en un control y Fekir no falló. El francés mandó un trallazo al que nada pudo hacer Reina.
La segunda parte la inició Moreno en los vestuarios. El técnico balear quiso cambiar el dibujo del partido y metió a Lago Junior por un desdibujado Baba. La idea le funcionó al de Massanassa, el conjunto bermellón se hundió en coraje y actitud y recortó distancias de penalti mediante Lago Junior. El gol del costamarfileño espoleó aún más a los isleños, primero Raillo y luego Budimir fallaron de forma inexplicable dos tiros que olían a gol.
El Betis intentó domar a la bestia desbocada en la que se había convertido el Mallorca y lo consiguió a base de sustos. Dos contras peligrosas acongojaron a los bermellones que pasaron a jugar de una manera más pausada y madurando las jugadas.
A falta de cinco minutos, el Mallorca lo volvió a intentar. Primero Lago Junior marró un tiro a bocajarro que salvó Joel de manera milagrosa y acto seguido, otra vez Joel salvaba a los suyos con un paradón a tiro de Kubo. Así la reacción mallorquinista se quedaba a medias gracias a una magistral actuación de su meta y a la mala primera parte bermellona y su falta de puntería.