El Nuevo Vivero se vistió de gala para recibir a un rival de la división de plata como Las Palmas, que actualmente ocupa posiciones de play-offs a Primera División. Rozó el lleno el templo pacense, que respondió con creces a la cita copera.
El partido comenzó con Las Palmas dominando la posesión del esférico. A pesar de ello, el Badajoz se posicionaba bien en el campo, esperando en contraataques a su rival con un Adilson y Guzmán muy activos y enchufados desde el principio.
El conjunto canario tuvo la mejor ocasión hasta el momento en el 17, con un disparo de Kirian en la frontal del área que se fue rozando el palo del meta hoy titular Juanjo Garrancho en detrimento de Kike Royo.
Sin embargo, el Badajoz reaccionó con un zarpazo de Álex Corredera de volea tras un saque de banda en el que nada pudo hacer Josep.
El equipo pacense se crecía ante la situación, llevado en volandas por un Vivero que apretaba más que nunca y que quería aún más. Lejos de caer en la tentación de replegarse atrás a aguantar el resultado, el Badajoz se sentía con confianza y asestó el segundo zarpazo. Chris Ramos, en una de sus interminables galopadas, sorteó a tres rivales para culminar una jugada que hizo estallar a la grada local. El delantero cedido por el Real Valladolid fue también la noticia negativa del partido, ya que estaba siendo un auténtico puñal por banda y en una de sus arrancadas sintió un pinchazo en la zona posterior de su muslo.
La primera mitad fue para los chicos de Mehdi Nafti, que demostraron ser superiores en intensidad y presión y que sacaron calidad y verticalidad para superar al conjunto canario.
Pepe Mel reaccionaría ante la situación de su equipo, dando entrada en la segunda parte a Benito Ramírez y a la gran promesa Pedri.
Sorprendentemente, el conjunto local pudo sentenciar con el 3-0 en dos ocasiones. Adilson se topó con un defensor visitante cuando se disponía a empujar un balón cedido por Gorka Santamaría. De la misma forma, Djak Traoré estrelló el balón en el palo tras el rechace de un córner.
Pero llegó el momento de Las Palmas, que aprovechó un error garrafal del central Pablo Vázquez en la salida de balón. Kirian recortó distancias para los isleños con un disparando a placer desde dentro del área.
El conjunto canario volvía a meterse de lleno en el partido, aprovechando el bajón local. Dispuso de sus oportunidades por medio de Benito y Fede Varela cuyos disparos fueron repelidos por un gran Juanjo Garrancho, que salvaba al Badajoz del empate.
Pedri daba vida a los canarios distribuyendo el juego en campo contrario y creando jugadas peligrosas que no consiguieron terminar.
El Badajoz supo aguantar el arreón canario gracias a un Djak Traoré que sujetó de forma magistral el medio del campo con su imponente físico ayudado por un Corredera que dejó patente su gran calidad con el balón como también su capacidad de sacrificio. De hecho, el Badajoz pudo hacer el tercer gol gracias a un penalti provocado por Gorka Santamaría, quien fue un verdadero incordio para los centrales rivales, pero que no pudo culminar. La pena máxima fue parada por el capitán Deivid ya que Josep fue expulsado por el colegiado madrileño.