El notorio, público y manifiesto el enfado del Real Betis Balompié con los arbitrajes sufridos esta campaña. Aunque el mayor exponente son los penaltis que no se le han señalado a favor y que, por contra, sí se le han señalado en su propia área. Pero hay otros datos donde se refleja que el cuadro verdiblanco, irregularidad en cuanto a juego y resultados a parte, se está viendo claramente mermado. Esto es en el apartado de expulsiones.
En la temporada 2017/2018, el Betis solo sufrió tres expulsiones. Fueron las que sufrió Jordi Amat y otra de Aissa Mandi. La pasada campaña, la 2018/2019, los de la Avenida de la Palmera solo se quedaron una sola vez en inferioridad y apenas acumularon diez minutos con uno menos. Pero es que esta campaña a los verdiblancos les están, literalmente, cosiendo a rojas. Suma siete en apenas 24 partidos, algunas de ellas no pasa nada por decir que no pasan de rigurosas o directamente inexistentes.
Es decir, el cuadro bético está a solo una tarjeta roja más de doblar el registro sumado de las dos últimas campañas. No ve tantas rojas en una temporada el cuadro verdiblanco desde la campaña 2013/2014. Esa infausta temporada en la que se descendió dando una paupérrima imagen, el Betis vio un total de nueve rojas en total. Pero tras 24 jornadas lleva una menos que este curso, seis. Es una realidad que la situación clasificatoria del Betis no es directamente responsabilidad de los nefastos arbitrajes que está sufriendo, pero también queda patente que los colegiados, esta campaña, se están cebando de lo lindo.