Con un ambiente ensordecedor desde antes del partido, Atalanta y Valencia arrancaban el primer combate en busca de los Cuartos de Final de la Champions League. Sin embargo, los de Gasperini pronto se encargarían de demostrar a los de Celades que si no se suda en la Champions, es imposible vencer a nadie, y menos a un equipo que tiene las cosas tan claras y ejecuta los movimientos a la perfección como los de Bérgamo.
Un «no parar» de goles
Primero Hateboer, tras ganar la espalda a Gayà en un centro lateral; más tarde Ilicic, con un zapatazo desde fuera del área, donde Jaume pudo haber hecho algo más; le siguió Freuler, con un disparo ajustado al palo desde lejos, y de nuevo Hateboer terminó la fiesta, tras una carrera al espacio y superar en el 1vs1 a Jaume, pondrían la defensa del Valencia patas arriba con sumas facilidades. 4 goles en 60 minutos que dejaban al Valencia en estado terminal en esta edición de la Champions League. La apisonadora de Bérgamo había arrollado al elenco valencianista que se había encontrado. Los de Gasperini se divirtieron a costa de una defensa blanquinegra que hacía aguas por todos los costados.
La salida de Cheryshev aportó frescura a los valencianistas, y vieron como el ruso recortaba distancias en el marcador y contagiaba a sus compañeros para ir a por el gol y no dar la eliminatoria por perdida. Junto al centroafricano Geoffrey Kondogbia, el ruso ha sido el único jugador que ha dado la talla en este partido.
La jugada no le salió a Celades
La presión alta del Valencia era un arma de doble filo. Si salía bien (pocas veces), recuperaba muy cerca de los palos de Gollini; pero si salía mal, la Atalanta, con el ‘Papu’ Gómez como principal referente, salía al galope ante una descoordinada defensa blanquinegra, donde las bajas de Gabriel y Garay hicieron daño a la plantilla. Además, Jaume hizo una de las paradas del torneo a Pasalic nada más arrancar el encuentro. Pese a ello, el preparador catalán no reaccionó y la Atalanta disfrutó del banquete. La elección de Guedes como enlace entre el medio y la punta tampoco funcionó y la defensa, pese a que jugaba con lo que había, hizo aguas por todas partes. Lo peor, la nula reacción desde el banquillo.
Lección magistral de Gasperini
Por algo es un ídolo en Bérgamo. 3 años en Italia donde ha construído una auténtica máquina de equipo que se sabe los movimientos de memoria, siempre sabe encontrar al compañero mejor situado y sale con una limpieza extrema con el balón. Además, cuentan con una magia especial arriba y una eficacia máxima cara a portería. Lección magistral de Gasperini, que le ganó la partida de una manera clamorosa a Celades. Salvo hecatombe, el míster italiano tiene clasificado a su equipo para los Cuartos de Final de la Champions League.