Dice el refrán que a la tercera va la vencida, aunque en el caso del Racing este año no parece que vaya a hacer por bueno el refrán. Colista, a siete puntos de la permanencia a falta de once jornadas que aún no se sabe cuando se jugarán, si se juegan, el equipo que ahora entrena José Luis Oltra pero que antes dirigieron Cristóbal Parralo e Iván Ania, se enfrenta a su particular pesadilla. De consumarse el descenso este curso, será la tercera campaña consecutiva en la categoría de plata que acaba en descenso a Segunda ‘B’.
La primera de esta tétrica racha llegó en la 2012/2013. Entonces el Racing descendía de Primera y tras una pésima campaña descendió nuevamente a Segunda ‘B’ sumido en una crisis económica e institucional. Sin embargo en solo un año se obró el retorno y lo que es más, empezar a construir una paz social en el club. Pero la alegría de ese ascenso en 2014 duró poco, pues en apenas una temporada volvió a descender. Ni Paco Fernández, ni el binomio Munitis-Colsa después logró salvar al equipo. Una temporada en la que la escuadra racinguista hizo méritos para una mejor suerte, pero así es el fútbol.
El pasado verano, tras cuatro años seguidos en Segunda ‘B’, algunos con sonados fracasos no clasificándose ni a play-off, el Racing logró el ascenso. Arrasó en su grupo y subió, no sin sufrimiento, en la fase de campeones. Pero el regreso a la categoría de plata ha sido un nuevo golpe de realidad. De 31 encuentros solo ha ganado 4, lo que le convierte en colista por méritos propios. Todo este parón por la crisis sanitaria podría ser un punto de inflexión para romper esa maldición y hacer bueno el refrán. O por el contrario constatar que el Racing, a día de hoy, solo es un equipo ascensor entre Segunda ‘B’ y Segunda.