La Cerámica se engalanó con fotografías de los socios del equipo que habita sus instalaciones como local y así recibió el duelo entre Villarreal y Mallorca como agua de mayo.
Los bermellones salieron respondones de la mano de un pelotazo al larguero de Baba, sin embargo, el Villarreal cabalgando sobre Samu Chukweze puso el 1-0. El africano se fue de Gámez con extrema facilidad y dejó en bandeja el gol a Bacca.
Con el gol castellonense hizo entrar al partido en un bucle de mediocampismo. Sin la intensidad normal a estas alturas de la temporada, ni Mallorca ni Villarreal tuvieron esa mordiente necesaria en el último tercio para generar peligro. Lo más destacable fue el criterio arbitral a la hora de repartir las amarillas durante el transcurso de los minutos.
En la segunda parte, Kubo se vistió de general y puso la maquinaria en marcha. El japonés hizo que los suyos entrasen con más fuerza y así empezaron a llegar las ocasiones visitantes.
La más clara la tuvo Cucho tras un centro medido de Trajkovski que erraba el colombiano con toda la portería a favor. Motivados por esta ocasión, los baleares salieron a embotellar a un Villarreal que se dedicó a defender durante los segundos 45 minutos.
Sin acabar de materializar sus jugadas, el Mallorca hizo méritos suficientes para llevarse algo positivo de La Cerámica. Budimir fue el siguiente en probar a Asenjo tras zafarse de Albiol de una manera excelsa. Acto seguido, Moi Gómez se topó con Manolo Reina.
Con el centro del campo arrollado por un tráiler, el Mallorca se erigió como un vendaval en los últimos minutos mandó otro balón al palo y obligó a sacar un balón bajo palos a Mario Gaspar.
Finalmente, el Villarreal se lleva tres puntos de milagro tras una segunda parte mucho mejor que los castellonenses. Los bermellones vuelven a perder una ocasión para salir del descenso y se prepara para un partido crucial contra el Leganés en Son Moix.