Atlético de Madrid y Mallorca miden sus fuerzas este viernes en el encuentro que abre la trigésimo cuarta jornada de la Liga Santander. A falta de cinco jornadas para el final de la competición, el choque posee una importancia vital para ambos conjuntos. Para los colchoneros, porque ganar significaría prácticamente asegurar su presencia en la Champions League la próxima temporada. Para los bermellones, porque una derrota los dejaría casi sentenciados al descenso.
Un regreso casi perfecto
El Atlético ha vuelto a la competición como un tiro. Tras el parón por el confinamiento, los chicos del Cholo Simeone han logrado 14 de los 18 puntos disputados y se han consolidado en una tercera plaza que era el principal objetivo a principio de temporada. El técnico argentino ha sabido exprimir a su plantilla al máximo. Titulares y suplentes aportan por igual y el gran momento de futbolistas como Giménez, Saúl o Llorente le han dado al Atleti ese salto de calidad que necesitaba para afrontar el tramo final del curso.
Tras el empate del martes en el Camp Nou, los rojiblancos suman 59 puntos y aventajan en dos al Sevilla y en cinco al Villarreal, equipo que amenaza los ‘puestos Champions’. Una victoria frente al Mallorca dejaría prácticamente cerrada su clasificación para la máxima competición europea y permitiría al elenco rojiblanco centrarse en preparar el desenlace de la Champions de este año, que se disputará en Lisboa en el mes de agosto en una innovadora ‘final a 8’. La única espina que tiene la afición rojiblanca es la sensación de que, a este nivel durante toda la temporada, su equipo podría haber luchado por el título de Liga junto a Real Madrid y Barcelona.
Para esta cita, Simeone recupera a Koke y a Savic, sancionados la pasada jornada y que podrían ser de la partida. Aunque aún no se conoce la convocatoria, el preparador argentino solo cuenta, en principio, con la baja la de Vrsaljko por lesión.
La última bala
Al contrario que su rival de mañana, el balance del Mallorca tras la reanudación del campeonato ha sido poco menos que desastroso. Cuatro derrotas, un empate y una sola victoria, cosechada ante el Celta el pasado martes, han provocado que el cuadro bermellón afronte el tramo final contra las cuerdas. Es cierto que el elenco de Vicente Moreno ha merecido más puntos que los que ha obtenido, pero la falta de gol y los errores defensivos han condenado a los baleares a la antepenúltima posición.
A falta de cinco jornadas, el Mallorca suma 29 puntos y está a cinco del Celta, equipo que marca la salvación. El punto positivo es que el conjunto bermellón tiene el golaverage ganado con los gallegos, a los que golearon (5-1) en la última jornada. Además, esta contundente victoria ha insuflado algo de optimismo y confianza a un equipo que parecía muerto. La empresa es difícil, pero no imposible.
Para este importante compromiso, Moreno no podrá contar con dos de sus pilares fundamentales, Ante Budimir y Martin Valjent. Ambos jugadores vieron la quinta amarilla ante el Celta y se suman a las bajas ya confirmadas de Lumor y Koutris, lesionados desde hace varias semanas.