Intensa primera parte vivida en la Nucía. El ritmo de partido lo marcó la Real de Imanol Alguacil desde los primeros instantes de partido, aunque sin el objetivo esperado, ya que el Levante se encontraba bien plantado. Sin embargo, al cuarto de hora una genialidad de Isak abriría el marcador: Centro de Oyarzábal a media altura y el delantero sueco, emulando a su compatriota Ibrahimovic remata con la espuela.
La respuesta granota no se hizo esperar y Morales hizo la igualada dos minutos más tarde por medio de Morales gracias a una buena contra llevada por Rubén Rochina. A pesar del empate, el ritmo de partido no frenó y Portu pudo hacer el 1-2 pero el tiro se fue desviado. Las ocasiones eran para una Real necesitada de puntos tras el parón, pero el Levante aguantaba bien los arreones del equipo vasco.
El parón por hidratación no hizo bajar la intensidad en el choque como ha sucedido en otros encuentos: Rochina lo intentó primero sin muchas opciones de gol. Más tarde sería Odegaard el que probase suerte, sin lograr el objetivo.
Todo el fútbol vivido en la primera parte se fue desvaneciando durante la segunda. Las oportunidades se sucedían en ambas áreas sin claro peligro. Los entrenadores agitaron los banquillos en busca de algún resultado, introduciendo más artillería que pudiera desequilibrar la balanza de un encuentro que pudo ganar cualquiera.
Con este resultado el Levante se queda en tierra de nadie, en mitad de la tabla, sin opción matemática para entrar en Europa mientras que la Real está echando por tierra todos los buenos resultados cosechados hasta el parón por el confinamiento y ve peligrar las opciones de Europa League, quedándose la Champions League demasiado lejos.