Solo quedan dos jornadas para acabar la competición de plata. Con el Cádiz ascendido matemáticamente los focos se centran en la lucha por los puestos de playoffs y la permanencia. La jornada 41 de LaLiga Smartbank nos ofrece el duelo entre Málaga y Alcorcón. El equipo malagueño podría sellar mañana la permanencia si logra la victoria, mientras que las posibilidades del Alcorcón de entrar en los puestos de playoff es cada vez más remota. En el partido de la primera vuelta la victoria se la llevó el conjunto madrileño por 1-0 gracias al tanto de David Fernández.
El Málaga podría asegurarse la permanencia
El conjunto andaluz está a una victoria de asegurar su plaza en Segunda División de cara a la siguiente temporada. El empate también les puede servir, pero para ello necesita que el Albacete pierda contra el Zaragoza y que el Lugo empate o pierda contra el Tenerife. El equipo costasoleño viene de perder contra el Sporting de Gijón en un partido desastroso, en el que se acabó la racha de siete jornadas sin conocer la derrota. El técnico del equipo blanquiazul define el partido de mañana como «la verdadera final».
En lo que respecta a las bajas, el equipo local no podrá contar con Pacheco, Boulahroud ni Julio, pero sí que recupera a Lombán, Tete y Benkhemassa, además de Juankar y Juande, que tuvieron molestias tras el último partido.
El Alcorcón no tira la toalla en su lucha por la plaza de playoff
El equipo madrileño no se juega prácticamente nada, ya tiene la permanencia asegurada desde hace varias jorandas y ha firmado una gran temporada. Está a cuatro puntos de los puestos de playoff y quieren llegar a la última jornada liguera con posibilidades de alcanzarlas. Recordemos que el Alcorcón es uno de los equipos con mejores resultados a domicilio durante esta campaña, solo por detrás del Zaragoza. Fran Fernández también ve este partido como una final, aunque su rival necesita más la victoria. El técnico argumentó que «permanecer en una Liga profesional lo es todo para un club».
El equipo solo contará con la baja de Mula por la llamada «cláusula del miedo», por la que no puede enfrentarse al equipo que lo cedió.