La segunda etapa de Pape Cheikh (Dakar, Senegal, 8 de agosto de 1997) en el Celta de Vigo ya es historia. El senegalés, otrora canterano del club celeste, vuelve a acabar sin una buena relación entre el club olívico y el jugador. El jugador apenas ha disputado en Vigo 833 minutos, muchos menos de los que esperaba.
Pero lo cierto es que su fichaje en agosto ya se rodeó con la etiqueta de innecesario. Dentro del club nadie veía necesario un mediocentro de sus características y si alguno de corte más creativo. Pero en el club, sumidos de lleno en una operación retorno que, meses después ha acabado siendo bastante decepcionante, hizo caso a la petición del entonces entrenador Fran Escribá.
Con la salida de Lobotka su partipación en el equipo parecía aumentaría, pero nada más lejos de la realidad. Óscar García no contaba con él y llegó Bradaric. Esto le obligaba a una salida si quería disponer de minutos. Aunque todo parecía destinado a que si fuese, finalmente no salió. El West Ham se interesó, pero no realizó propuesta concreta. Lo mismo que el RC Strasbourg. De esta forma el jugador acabó el año, pero el no ser del agrado de Ódcar García hace que el Celta no se vuelva a interesar por él y acabe en el Dijon francés, nuevamente como cedido.