Una de las prioridades tanto de Valencia como de Real Betis es reforzar la defensa. El cuadro verdiblanco busca al menos un central, pero que pueden ser dos. Esa es la cifra de refuerzos que busca el cuadro ché. Con Mangala descartado al 100% y con Diakhaby casi al mismo porcentaje, el club ché solo cuenta con Gabriel Paulista -por el cual escucha posibles ofertas-, Hugo Guillamón y Jorge Sáenz si bien éste no tiene ni mucho menos garantizado quedarse.
Todo eso hace que ambos tengan una prioridad y que, según informan medios ingleses, hayan chocado por un mismo objetivo. Un objetivo además muy bien conocido por la parroquia ché como es Nicolás Otamendi (Buenos Aires, 12 de febrero de 1988). A sus 32 años y tras cinco años en el Manchester City, quien lo fichó en 2015 por casi 45 millones de euros desde el Valencia, el argentino no cuenta. Se le busca una salida en forma de cesión para aliviar su impacto salarial o un traspaso, no muy alto, de un importe entre 10 y 14 millones de euros.
El club citizen va a reformar de arriba a abajo su defensa. Habrá bajas y fichajes y a día de hoy parece que ni el ‘ojito derecho’ de Guardiola, Laporte, tiene el sitio asegurado. Pero el que no tiene opciones es el argentino. A pesar de que Otamendi ha jugado esta campaña casi 2.900 minutos en 38 partidos (3 goles), su continuidad está en el aire. Algo que, eso sí, no es la primera vez que sucede en Manchester y acaba siendo quedándose y haciéndose un sitio.
Si es cierto que para ambos sería una operación complicada por el elevado salario de Otamendi. Pero éste ha mostrado preferencia por volver a España y podría amoldarse a un contrato inferior si la duración del contrato es de algunas campañas. En una entrevista en pleno periodo de confinamiento a TyC Sports en Argentina, Otamendi declaraba que se sentía en uno de los mejores momentos de su carrera. Algo que le hacía vaticinar que aún puede jugar entre 4 y 5 años al máximo nivel.