El guardameta serbio de la SD Eibar disputó el pasado sábado su partido número cien de liga en Primera división con los armeros. Como ya viene siendo habitual tuvo una destacada actuación que le valió a su equipo para lograr la primera victoria del campeonato. Marko Dmitrovic se convierte en el octavo jugador de la historia del Eibar en llegar a esta redonda cifra en la máxima categoría.
Marko Dmitrovic (Subotica, 1992) lleva guardando la portería de los de Ipurua tres temporadas y el comienzo de esta con la vitola de indiscutible. Lo que le ha servido para llegar a los 100 encuentros disputados en este corto espacio de tiempo.
El meta serbio comenzó su andadura en las categorías inferiores del Estrella Roja. Tras un fugaz paso por Hungria donde militó en el Újpest FC dio el salto a las Islas Británicas para defender la portería del Charlton.
En el verano de 2016 llegó a España para enrolarse en el Alcorcón. Sus buenas actuaciones con los alfareros, le sirvieron para que José Luis Mendilibar se fijase en él y le abriese las puertas del Eibar pudiendo de esa manera debutar en LaLiga Santander.
Tras su incorporación con los vascos, como añadido le llegó la internacionalidad absoluta con su país. Actualmente es un habitual de las convocatorias de Ljubisa Tumbakovic con el que se reencontrará esta semana para disputar los próximos compromisos internacionales de los balcánicos.
Dmitrovic y diez más
No cabe duda de que Marko está rindiendo a un gran nivel en el conjunto dirigido por Mendilibar. Desde su llegada ha contado con la plena confianza y continuidad del míster de Zaldibar. Sus actuaciones han significado muchos puntos para los armeros.
Sin ir más lejos las buenas intervenciones realizadas, junto al penalti atajado este fin de semana en Zorrilla frente al Valladolid sirvieron para que su equipo lograse la primera victoria del curso, dando tranquilidad y despejando muchas dudas alrededor del conjunto eibartarra.
En definitiva, la portería de los azulgranas está a buen recaudo con este cancerbero zurdo de gran envergadura (1,90 cm), que vive los partidos en muchas ocasiones como se suele decir solo ante el peligro. Debido al particular estilo de juego que promulgan los armeros, los cuales adelantan en demasía su línea defensiva dejando muchos metros a su espalda con la intención de apretar a sus rivales en campo contrario hasta la extenuación. Lo que le obliga en varios lances del partido a jugar varios metros lejos de su portería y a convertirse en un experto en el uno contra uno.
Dmitrovic tiene contrato hasta el final de esta temporada y seguro que desde club estarían muy interesados en ampliar su vinculación. Este pasado verano ya sonó como futurible de varios equipos de la liga española. Lo que está claro es con las cifras que esta acumulando el meta serbio ya está llamando a la puerta del particular olimpo de los porteros armeros.
Ese olimpo en el que el sillón principal está ocupado por el gran José Ignacio Garmendia Mendizabal y a sus costados se encuentran Xabier Iruretagoiena y Asier Riesgo. Al ritmo que va el serbio quien sabe si en un corto espacio de tiempo es capaz de desbancar a uno de estos dos últimos de su sitio preferencial en la historia del club y en el corazón de sus aficionados.