La «Ley del ex» nunca falla. Alcácer y Parejo fueron los realizadores de los dos tantos para el submarino con los que superaron a un Valencia que supo reponerse del tanto inicial y empatar mediante un golazo de Guedes. Este Valencia no acaba de funcionar ni dentro del césped ni fuera, pese a que no realizó un mal partido y pudo haber empatado.
Un arranque para olvidar
Desde el comienzo del partido se le pusieron las cosas muy complicadas a los de Javi Gracia. Un pase de Chukwueze a la espalda de Correia llegaría a las botas de Pedraza, que sería derribado de manera ostensible por un Paulista que llegaría muy tarde al balón. Penalti para el Villarreal, el cual se encararía de transformar el exvalencianista Paco Alcácer. Minuto 5 y el Valencia ya se veía por detrás en el marcador.
Defensivamente, el Valencia no estaba presente. El Villarreal combinaba entre sus jugadores con cierta libertad de movimientos y sin presión por parte de ningún jugador valencianista. En ataque, el Valencia tenía algo de movimiento, pero no conseguía poner en aprietos a un Asenjo que disfrutaba del partido sin demasiadas complicaciones. Las únicas opciones de los visitantes eran a balón parado y lanzamientos desde fuera del área, pero tampoco generaban sensación de peligro.
Guedes, el cometa Halley
Sin embargo, en una de estas, en el minuto 36 llegaría el tanto del empate ‘ché’. En un saque de esquina, Soler jugó en corto para Gonçalo Guedes, quien, sin oposición, arrancó en horizontal hacia la frontal del área y soltó un latigazo que sorprendió a Sergio Asenjo. El portugués, que es como el cometa Halley, que aparece cada 75 años, estaba destacando jugando con libertad por el carril central. El Valencia seguía muy vivo en el encuentro y estaba ejerciendo una buena presión sobre la salida de balón del cuadro castellonense.
Tras la reanudación, el Valencia salió más activo ofensivamente y se pudieron observar las carencias del equipo de Emery en defensa. Muchos huecos libres que el Valencia pudo aprovechar, pero Álex Blanco no acertó con el remate. El Villarreal disponía de más posesión de balón, mientras que los de Javi Gracia llegaban con más peligro a la portería rival.
Los caprichos del fútbol
No obstante, el fútbol es caprichoso, pues llegaría el tanto del Villarreal. Era difícil que la famosa «Ley del ex» no se cumpliera en este partido. Ya había ocurrido con Alcácer y, ahora, Dani Parejo. Un trallazo desde la frontal que entraría tras rozar en Diakhaby y golpear en el larguero daría la victoria al submarino amarillo. Como era de esperar, no lo celebró.
El Valencia acabó lanzándose al ataque contra la portería de Asenjo, pero la defensa del Villarreal se impuso sobre el ataque valencianista. Centros al área imprecisos de los extremos chés que acababan sin peligro. El Villarreal se impuso y ahondó más al Valencia en su crisis deportiva e institucional.