Girona y Oviedo se citaban en Montolivi con el ferviente deseo de dar un giro radical a sus respectivos inicios de temporada, en los cuales ninguno de los dos equipos se situaban por encima de la mitad de la tabla.
Comenzó el partido con una igualdad que se mantendría durante prácticamente todo el primer tiempo.
La polémica tampoco estaría exenta en el partido pues antes de llegar al minuto 15 ya habían reclamado dos penaltis los visitantes en los que el árbitro no vio nada punible.
No obstante, el primer disparo claro lo llevaría a cabo el Girona por mediación de Bernardo, al cual le respondería un Blanco Leschuk que estaría muy activo en todo el encuentro.
Ya en el final de la primera parte el Girona metió una marcha más al partido. Esto se tradujo de inmediato en un aumento de las llegadas peligrosas en las que casi logran estrenar el marcador.
Pese a todo, habría que esperar hasta la segunda mitad para ver el primer tanto del partido, el cual llegaría por mediación de Monchu de una forma bastante accidentada tras el centro lateral de Bustos.
No tardarían los ovetenses en reaccionar y rozaron el empate con un tiro cruzado del ex malaguista Blanco Leschuk, que seguía buscando el gol que igualase la contienda y les permitiese coger un buen colchón de puntos respecto al descenso para sufrir así en las últimas jornadas.
Iban pasando los minutos y el Oviedo seguía buscando el gol cada vez con más ahínco. Cerca se quedarían de lograr el empate los asturianos con la ocasión de Obeng que se marchó ligeramente desviada.