Tomeu Nadal «censura» el gol en Son Moix

El partido comenzó con ambos equipos bien plantados y un Albacete que no se arrugaba ante el complicado rival que tenía enfrente. Las primeras inmediaciones correrían a cargo de los manchegos con centros laterales que acababan neutralizados por la defensa y el arquero local. Cerca de los 10 minutos, Boyomo debía esforzarse para despejar un balón que ya acechaba con la mirada Dani Rodríguez, ex jugador albacetista. Empezarían a ganar enteros los mallorquines, y la primera ocasión de verdadero peligro llegaría cuando Amath, solo ante Tomeu tras un pase al hueco, envió el balón fuera tras picar el balón por encima del meta balear.

Con este primer aviso se calmaría la tónica del partido para dar paso a una mayor igualdad en la que ninguno de los dos conjuntos conseguía imponerse al otro en términos de juego. Imprecisiones, interrupciones y poco peligro es lo que más se pudo ver a partir del minuto 20, con poco trabajo para los porteros. Mejoría mostrada por el Albacete con respecto a otros partidos, llevando -por momentos- el partido a terreno local en busca de espacios, aunque con falta de concreción arriba de cara a realizar algún remate que entrañase peligro real.

Mismo problema para el Mallorca, que, en el mismo afán que el Albacete -aguantar el balón y tener el control, como gustan decir sus entrenadores- no llegaba a crear peligro. De la nada crearon los mallorquines una ocasión tras un pase al hueco por banda que Fran Gámez cedería a Dani Rodríguez, quien, sin oposición defensiva, enviaba el balón demasiado centrado para la posterior parada de Tomeu. Minutos antes del descanso saltaban las alarmas en el combinado bermellón cuando Sedlar debía ser sustituido tras unos minutos tanteándose después de un golpe. Lo intentaba Cardona con un tiro alto que no inquietó al guardameta albacetista.

Con el resultado gafas se marcharon al descanso ambos conjuntos. Un primer encuentro relativamente dominado por los locales, aunque con poca intensidad. Igualado por momentos, pero los remates que consiguieron los mallorquines en sus pocos acercamientos fueron más que lo conseguido por el Albacete, que no había puesto a prueba aún a Manolo Reina. Todo por decidir.

La segunda parte comenzaba con un Albacete bastante envalentonado y presionando arriba. Paradójicamente, cuando mejor estaba el conjunto manchego, el Mallorca consiguió un penalti a favor en su primera jugada de estos segundos 45 minutos. Eddy Silvestre derribaba en el área a Mboula para darle esta clara oportunidad al Mallorca.

Sin embargo, un muro Tomeu Nadal tenía otros planes. El penalti, cobrado por un especialista como es Salva Sevilla, no fue bien ejecutado en esta ocasión, lo cual fue aprovechado por el meta balear para adivinar perfectamente la trayectoria del chut y blocar el balón. Minutos después, volvería a ser «santo». Una triple ocasión para el Mallorca acabó neutralizada tras dos paradas de Tomeu -la segunda de ellas con la cabeza- y un despeje de Caballo bajo los palos tras una chilena.

El partido se encendía por momentos y nadie se explicaba cómo un gol no subía al marcador. Más aún teniendo en cuenta lo que sucedió rozando el minuto 25 de la segunda parte. Un pase largo dejaba solo a Manu Fuster en el centro del campo con mucha distancia para encarar a Manolo Reina. Cuando todo parecía abocado a la definición del albacetista, buscó un «pase de la muerte» a Ortuño que acabó siendo demasiado fuerte y acabó con toda opción de remate. Una situación inexplicable.

A continuación, baile en los banquillos de ambos conjuntos con claras intenciones ofensivas: Zozulya y Chema Núñez entraban por Ortuño y Fuster, mientras que el Mallorca daba entrada minutos después a Antonio Sánchez, Lago Junior y Aleix Febas, por Ruiz de Galarreta, Dani Rodríguez y Mboula. Lo intentaba el propio Lago Junior en el minuto 87 con un disparo que se iba desviado por no demasiado, inquietando a todo Albacete.

Con este inverosímil 0-0 el partido llegó a su fin. Al contrario de lo que podría pensar alguien ajeno al partido, un encuentro entretenido con buen fútbol y en el que solo faltó el gol -culpen a los porteros-. Un punto que sabe mejor a los albacetistas en vista de su situación y del rival, a pesar de poder haber marcado. Con mayor pesar aún por no haber marcado también se va el Mallorca, con la sensación de haberlo tenido en sus manos. Un punto que no trunca sus aspiraciones de estar arriba pero que deja claro que en Segunda no se puede perdonar.

Escrito por @ADelValle98