El Hércules, después de recibir el alta de su plantilla por dos positivos en COVID-19 que obligaron a aplazar su estreno liguero frente al CD Alcoyano, regresa al Rico Pérez en el fin de semana tanto de su 98 aniversario como de su última victoria como local en competición oficial. Aquella victoria frente al CD Ebro, con Jesús Muñoz cómo entrenador, sería el preludio a una desastrosa segunda vuelta que, si no es por el coronavirus, pintaba a la más oscura de la soluciones: el descenso a Tercera División del conjunto alicantino.
La decisión de la RFEF de eliminar todos los descensos de categoría llegó como agua de mayo para el Hércules. El aterrizaje de Carmelo del Pozo a la dirección deportiva y de David García Cubillo al banquillo del Hércules han renovado las energías en un entorno que ha sufrido una de las revoluciones deportivas más drásticas de las últimas décadas en las oficinas del Rico Pérez.
Quince nuevos futbolistas han llegado al plantel alicantino para primero clasificarse para la nueva Primera RFEF y después, si los resultados acompañan, intentar el ascenso de categoría. El fichaje de «Toro» Acuña, el regreso de Borja Martínez, la llegada de Sergio «Moyita» y la flamante incorporación del internacional dominicano Tano Bonnín en defensa ilusionan a una afición que regresará al Rico Pérez después de 8 meses sin pisarlo (su último partido disputado fue el Hércules 0- 0 FC Andorra).
Los recién ascendidos siempre son menos favoritos para los más grandes de los objetivos. Sin embargo, el Atzeneta no es un recién ascendido más. El equipo valenciano, entrenado por la leyenda valencianista David Albelda, es uno de los equipos que pese a que posee el presupuesto más bajo del Subgrupo B busca aspirar a los más alto. Viene de cosechar un valioso empate en su casa frente al Valencia Mestalla de Óscar Fernández y de jugadores de la talla de Stephane Emaná, ex del Hércules.
Según Transfermarkt, su plantilla se valúa en 2 millones de euros y cuenta con jugadores de la talla de Carlos Esteve, Javi Serra o el defensa Nacho Porcar. El Atzeneta viaja a Alicante con ganas de asaltar un Rico Pérez que contará con apenas 1.000 espectadores, consecuencia de la solución de la Consellería de Sanitat para todos los estadios valencianos que militan en Segunda ‘B’ y Tercera División.
Los alicantinos cuentan con la baja segura del delantero catalán Benja Martínez, después de su lesión de hombro sufrida ante el CD Eldense a mediados de septiembre en un amistoso de pretemporada. A la lesión del delantero, que tuvo que pasar por quirófano, se suma a la incógnita de otro de las piezas claves para Cubillo: Jon Erice. El mediocampista procedente del Albacete Balompié fue una de las apuestas fuertes de Del Pozo en este mercado estival y espera al domingo a expensas de su evolución. Pedro Torres también es duda tras perderse un par de sesiones de entrenamiento esta semana.
Por su parte, los valencianos cuentan con las bajas de Kike Ferreres por sanción y de su segundo entrenador, Miguel Angel Vila, por «violencia». Pese a esto, Albelda espera mostrar un once de gala para evitar que todo un Hércules se lleve la primera victoria de la temporada en la que de momento sólo los equipos baleares (UD Ibiza y Penya Deportiva) han conseguido los tres primero puntos del campeonato regular más corto de la historia de Segunda División ‘B’.
Objetivos distintos, pero el mismo sacrificio y trabajo deberán poner ambos conjuntos para llevarse los tres puntos de un desolador y atípico Rico Pérez. La garra y experiencia de Acuña, Pedro Sánchez y Moyita deberá batir a un conjunto que defiende los intereses de la población más pequeña de entre los 102 equipos que conforman la Segunda B 2020-2021: Atzeneta d´Albaida con 1.200 habitantes.