Desde hace años, el Sevilla tiene un plan. Aunque ya está afianzado como uno de los equipos ‘grandes’ del balompié nacional, lo que persiguen en Nervión es hacer en Europa. Las seis Copas de la UEFA (o Europa League para los profanos modernos) han puesto su nombre en el palmarés continental, pero es de sobra conocido que lo que importa en la Champions League. Una competición en la que, por ahora, al Sevilla le ha costado estar al nivel de los llamados ‘top’ del continente y que sigue buscando lograr en los años presentes venideros.
Para ello el mercado de fichajes juega un papel importantísimo. Por ahora el club hispalense no ha logrado ser, para los grandes jugadores del continente, un objetivo atractivo. Quizá sus participaciones ciertamente de poca trascendencia por el máximo entorchado europeo de clubes hayan influido, pues a nivel económico el club ya está en, como mínimo, ese segundo escalafón por detrás de colosos como PSG o Manchester City; equipos, por cierto, que tampoco logran ganar la máxima competición.
El próximo verano se espera movido con mucha figura de alta alcurnia quedando libre o entrando en últimos años de contrato. Y en ese mercado se quiere colar el Sevilla que según Estadio Deportivo apunta a dos objetivos muy ambiciosos que podrían llegar a coste cero: Arkadiusz Milik y Julian Draxler. Tanto el delantero polaco como el mediapunta o extremo alemán acaban contrato con Nápoles y PSG y nada apunta a que sigan en sus equipos.
El Sevilla tiene el aval de la seriedad de su proyecto para lograr atraer a uno de ellos o a ambos. Los grandes contratos millonarios no volverán en varios años debido a la crisis económica originada por el coronavirus. Y los que haya estarán reservados a una reducida lista de jugadores. Esa es la baza nervionense. Ofrecer una estabilidad y seriedad en un proyecto destinado a pelear con los grandes del continente. Falta ver si logra convencer a alguno de estos jugadores que buscarán un nuevo contrato.