El Huesca fue con todo al Nuevo Los Cármenes para estrenarse en esta campaña y prueba de ello fueron los primeros minutos. Sin mucho peligro, los de Míchel fueron acercándose a la meta de Rui Silva. En el ’15 Sandro intentó sorprender a la zaga rival, pero estuvo atento Germán.
En el minuto 21 Mikel Rico abrió el marcador con un remate algo complicado tras un centro lateral de Sandro. El cansancio físico de los locales estaba haciendo mella y los aragoneses lo aprovecharon. El Granada intentaba reponerse del golpe y meterse de nuevo en el partido, pero los azulgranas, hoy con equipación en tonos verdes, buscaban el segundo. En el ’31 apareció de nuevo Sandro, de los más destacados en la primera mitad, para probar a Rui Silva. El meta luso despejó y Germán tuvo que arreglar la situación que casi culminó Rafa Mir.
Poco a poco el Granada fue entrando al partido. Suárez probó a Álvaro Fernández en el minuto 33. El meta visitante detuvo el peligro sin problemas. En los últimos minutos de la primera mitad Luis Suárez no fallaría y puso el empate en el marcador. Antonio Puertas y Luis Suárez se fueron para la portería visitante y el delantero cafetero esta vez si pudo batir a Álvaro.
La segunda mitad comenzó de manera inmejorable para los de Míchel. Borja García comenzó la jugada, sirvió a Ferreiro que volvió a encontrar a su compañero que logró adelantar por segunda vez en el partido a los suyos.
Suárez volvió a echarse a la espalda a su equipo. En el minuto 54 Pulido tuvo que aparecer para taponar el remate del delantero local. En la jugada siguiente Rui Silva hizo una estupenda intervención a tiro de Sandro, que solo le faltaba el gol para redondear su partido.
El Granada no terminaba de meterse en el partido, pero Yangel estrelló un balón al palo que tocó previamente Álvaro. El propio meta volvió a detener otro remate granadinista, esta vez del goleador Suárez.
En el minuto 81 Okazaki parecía sentenciar el partido gracias a una mala salida de Rui Silva que aprovecha el nipón para clavarla desde larga distancia. 1-3 en el marcador y ocho minutos por delante.
El Granada fue a tumba abierta a por lograr un gol y Jorge Molina, que entró en el último tramo del partido, puso en apuros al Huesca. Machís botó el balón al área y el ariete madrileño la puso dentro de la portería. En el último minuto, otro balón colgado sentenció al Huesca. Kenedy la puso en el área y Germán la remató. Empate de coraje y corazón en el último que puede ser la puntilla para el proyecto del Huesca.