Se metió en serios aprietos, pero la Lazio se aseguró un puesto entre los mejores de la UEFA Champions League. En un encuentro que parecían tener bajo control, los ‘biancocelesti’ terminaron salvando un empate (2-2) ante un aguerrido Brujas. El campeón belga montó un arreon final que por poco termina en una memorable remontada, pero las ‘águilas’ lograron resistir para tener asegurada su bolilla en el sorteo de octavos del próximo lunes 14 en Nyon (Suiza).
La Lazio se siente vencedora
«La final de Roma». Bajó ese título, adjudicado en la previa, los protagonistas afrontaron una obra que fue dramática de comienzo a fin. La Lazio veloz, el Brujas intenso; ambos no escatimaron nada desde el pitido inicial. No obstante, una pena para el espectador neutral, el equilibrado encuentro duró muy poco. A medida que Luis Alberto se hizo con la pelota, los de Simone Inzaghi empezaron a llevar las riendas del encuentro. Y, tras ello, no se tuvo que esperar mucho tiempo para que logren hacer daño por la calidad de su plantilla. Las emociones, como se comentó, no se hicieron esperar. Correa dejó pasar el balón para un Luis Alberto que dentro del área fusiló a Mignolet, que tapó su remate pero no evitó que el argentino cace el rechace (12′).
Con su muro derribado en cuestión de segundos, el Brujas se vio obligado a apretar arriba y de primeras logró volver a poner tablas en el partido. Lang se sacó un disparo desde la frontal muy potente hacia un Reina que no pudo evitar dejar un rebote al que Vormer llegó antes (15′). Ese tanto dejó K.O a la Lazio, dominada por el campeón belga que empezó a dominar toda acción. Metidos en su campo y sin comodidad para jugar por abajo, los capitalinos empezaron a buscar en largo a Immobile o los carrileros, obteniendo resultados que parecían definitivos. Primero, el italiano consiguió un penalti que el mismo convirtió y, segundo, un inocente Sobol perdía la posición contra Lazzari para terminar expulsado a poco del descanso.
Vale oro el acoso belga
El marcador a favor, un hombre más y con sus estrellas resplandeciendo en el momento preciso, se intuía de trámite este segundo tiempo. Así pudo haber sido, pero la Lazio se olvidó que esta es la Copa de Europa, y muchas veces esta puede regalarte oro como arrebatártelo. Completamente dominadores del partido, los italianos medían en que momento sellar el encuentro, mas nunca dieron la estocada final. Milinkovic-Savic de lejos, Marusic y Correa dentro del área e Immobile en una contra, pudieron lograrlo. Perdonaron mucho y el Brujas empezó a creérselo, a reaccionar y todas las diferencias empezaron a igualarse. Entonces, el equipo de Clement se lo creyó y fue a por todas, sin importarle nada, solo hacer historia.
Así, Vormer metió un centro preciso a la cabeza de Vanaken (76′) para darle emoción al final del duelo. Ya sin los pesos pesados, los locales se defendían como podían ante el empuje belga. A nada estuvo el Brujas de conseguir lo que hubiera sido una gloriosa clasificación cuando De Ketelaere reventó directo hacia el arco, pero el larguero escupió el balón. Fue la última para el campeón belga, que deberá contentarse con la Europa League. Mientras, los pupilos de Inzaghi hacen valer el sufrimiento para colarse entre los mejores de Europa. Vuela alto la Lazio, que 20 años después regresa a los octavos de final de la Liga de Campeones. Tuvo que hacerlo bajo la vía difícil.