El único equipo de Castilla La-Mancha que quedaba vivo en la Copa del Rey. Tras las eliminaciones de Marchamalo, Albacete y Quintanar del Rey, el Socuéllamos llegaba al partido en el Francisco de la Hera con ganas de dar un golpe sobre la mesa tras su difícil inicio de temporada, con el ánimo por las nubes tras la victoria del fin de semana ante el Don Benito y sin ser favorito, pues en Liga es penúltimo y el Extremadura está por encima.
Pero los socuellaminos no se achantaron y sacaron sus garras para demostrar que querían seguir en la competición y que la suerte estaría de su lado. A diferencia del año pasado, donde fueron eliminados en la primera ronda. Kike Domínguez abría el marcador a la media hora de encuentro con un fantástico gol, donde recibiendo el balón en la línea lateral, cercano al centro del campo, llegó casi a línea de fondo y se fue de todo el que se le cruzara en su paso para fusilar a Casto.
Desde el principio del encuentro, el Socuéllamos avisaba. Varias llegadas con peligro que no veían fortuna, pero el gol de Domínguez levantó el éxtasis en el equipo entrenado por Manolo Martínez. Morros, a falta de veinte minutos, puso el 0-2 en el marcador y dejaba a los manchegos con pie y medio en la clasificación. No sin polémica, pues, dos minutos antes, un posible penalti en el área del Socuéllamos era protestado por los jugadores del Extremadura. Tras ello, Toribio se llevó la tarjeta amarilla por protestar.
El portero del Socuéllamos Viktor Nikolov, que hoy jugaba como titular, había protagonizado varias acciones donde paradas suyas evitaron el empate. Rubén Mesa marcó en el minutos 85 y metió en el partido al Extremadura, pero no fue suficiente para evitar el pase del Socuéllamos.
Ahora, los de Manolo Martínez esperarán al sorteo de este viernes para conocer su rival. Con casi total seguridad, al Socuéllamos, por ser un equipo de Segunda División B, le tocará jugar contra un equipo de Primera o Segunda División. Eso sí, el partido será en el Paquito Giménez.