El Leganés vuelve a pinchar fuera de casa en el derbi ante el Fuenla. Los locales se defendieron bien durante los 90 minutos y tuvieron ocasiones para incluso llevarse la victoria, como un penalti fallado. Sin embargo, ni ellos ni el conjunto pepinero fueron capaces de aportar goles a un partido seco y sin gracia.
Primera parte de sequía
El partido empezó con el Fuenlabrada esperando atrás mientras el Leganés llevaba la iniciativa del juego. Los acercamientos con peligro eran también cosa de los visitantes. En los primeros veinte minutos hubo un posible penalti a Borja Bastón no señalado y dos disparos de Sabin que se marcharon altos. El Fuenla se valía de contraataques directos para acercarse a la portería defendida por Cuéllar.
Antes de la media hora de juego, el partido estuvo detenido por una revisión del VAR de un posible penalti a favor del equipo local. Sin embargo, la jugada se anuló por fuera de juego previo. No se libró Ignasi Miquel de la amarilla por manotazo a pesar de estar anulada la acción.
Unos minutos antes del descanso, Sabin remató un buen centro de Palencia y Belman salvó a su equipo del 0-1 con una mano milagrosa. Más tarde, Jano Velasco rechazó un disparo de Omeruo al filo del entretiempo. El Lega llevó la iniciativa en casi todo momento, pero no logró encontrar el gol en los primeros 45 minutos.
Segunda parte con polémica
Tras el descanso, aparecieron imprecisiones en ambos equipos y llegó la más clara del Fuenla. Franchu quiso irse de Cuéllar y el portero cometió un penalti muy dudoso que acabó señalando el colegiado tras consultarlo con el VAR. Kanté lo tiró y lo mandó al palo.
Tras esta acción, el Fuenlabrada empezó a controlar el juego algo más y comenzó a llegar a área rival con más peligro. Por su parte, el Lega dejó de tener la posesión absoluta del balón, pero eso no le privó de seguir generando ocasiones. De hecho, a punto estuvo Juan Muñoz de adelantar a su equipo desde una falta muy lejana con la que trató de sorprender a Belman. Sin embargo, es cierto que el equipo pepinero se fue diluyendo con el paso de los minutos.
Los últimos minutos nos regalaron un partido completamente roto, sin centro del campo. El Leganés era el que más cerca estaba de la victoria mientras los jugadores del Fuenla acusaban el esfuerzo físico y dejaban pasar el tiempo.