Como si de un castillo de Naipes, el Mallorca se ha derrumbado de manera sorprendente estas últimas jornadas. Un balance de 5 goles encajados en dos encuentros ha desmitificado a una defensa que parecía infranqueable hasta Navidad.
De vuelta a la tierra, el Mallorca se ha humanizado con errores de bulto ante Fuenlabrada y Oviedo. En casa ante los madrileños, Reina no tuvo su mejor día y todo unido a las expulsiones de Cufré y Raillo hicieron que el Mallorca perdiese su imbatibilidad desde la primera jornada. En el Carlos Tartiere sin la pareja de gigantes, los bermellones demostraron muchos problemas a la hora de solventar los ataques carbayones.
La nueva pareja, Sedlar-Russo no dejó ni una pizca de buenas sensaciones, sobretodo a balón parado, que es cómo llegaron los goles locales que aguaron la fiesta a un Mallorca que iba directo al liderato.
La peor noticia, es que no se supo mantener una ventaja muy cómodo tras un buen inicio de partido. Con 0-2 el Mallorca se metió atrás a defender el resultado. La falta de dos piezas claves como son Raillo y Valjent hicieron perder al equipo mucha jerarquía atrás. Ambos goles del Oviedo vienen precedidos por errores de marca, sobretodo el primero.
Ante la UD Las Palmas, parece ser que volverán a aparecer en el césped la mejor pareja de centrales de la categoría. Veremos si con ellos, desaparecen los fantasmas que se han generado en estas dos últimas jornadas. Lo que sí está claro es que el Mallorca puede encajar, dejando de lado el mito que se había creado en esta primer vuelta.