El Real Zaragoza tiene, en la visita del Logroñés este viernes, el primer examen para comprobar si continúa vigente el efecto de su nuevo entrenador, Juan Ignacio Martínez (JIM), que logró, en Liga, una victoria en su primer partido contra el Lugo y un empate a domicilio frente al Cartagena en el segundo.
El técnico alicantino consiguió debutar con un triunfo y arrancar un empate fuera de casa y frente al equipo riojano intentará certificar la reacción iniciada porque además su situación en la clasificación, penúltimo a dos puntos de la salvación, no le permite otra cosa que no sea la victoria.
El Zaragoza necesita elevar su rendimiento y mejorar algo que ya se ha convertido en un mal endémico, tener más efectividad de cara al gol después de haber aumentado sus llegadas a la meta rival, y también su solvencia defensiva, que queda en entredicho especialmente en las jugadas a balón parado donde no solo sufre tremendamente sino en las que encaja gran cantidad de goles.
Tras haber utilizado a una gran cantidad de suplentes en el partido de Copa del pasado martes contra el Alcorcón, JIM, volverá a recuperar a los titulares para el duelo ante el Logroñés.
Todo apunta a que habrá continuidad en el once inicial que ya puso en juego tanto contra el Lugo como frente al Cartagena, salvo que el colombiano Juanjo Narváez no esté recuperado plenamente del golpe que sufrió en una rodilla en el encuentro contra el conjunto murciano y que le obligó a ser sustituido a poco de comenzar el segundo periodo. En ese caso su sustituto estaría entre Sergio Bermejo e Iván Azón.
Para este encuentro JIM cuenta con la baja de Álvaro Tejero, confinado por coronavirus, y de Adrián y Javi Ros, lesionados.
Por su parte, el Logroñés busca un resultado que le permita confirmar que ha vuelto a su mejor nivel y, de paso, seguir alejado de las posiciones de descenso y de los que son sus rivales directos por la permanencia, como el equipo maño.
El Logroñés ha sumado cuatro puntos en los dos últimos partidos, con lo que ha roto la dinámica negativa que arrastraba desde hace más de un mes.
Pero necesita confirmar que esa mejoría sigue y que encara la segunda mitad de la temporada con la confianza suficiente, esa que no mostraba en partidos anteriores.
Para ello será especialmente importante que afiance una defensa «tocada» por las bajas de Clemente -sancionado, y, además, cedido en el equipo riojano por el Zaragoza- además de Iñaki y Bobadilla, que serán duda hasta el último momento.