Duelo de isleños en medio de una borrasca de nombre Filomena que justamente no tiene la osadía de azotar a estos dos archipiélagos que destacan por su buen tiempo. La Unión Deportiva Las Palmas síque salió con osadía en el Visit Mallorca Estadi. Con el libro de estilo del fútbol canario apareció el conjunto de Pepe Mel para someter al Mallorca en la primera parte.
Bajo la batuta de Sergio Ruiz y los movimientos de un silencioso Araujo, los canarios se adelantaron ante un Mallorca que empieza a demostrar poca fiabilidad atrás. El «Chino» se introdujo entre ella y les leyó todos los puntos débiles para explotarlos al máximo y así llego su gol. Una pared en la frontal con Rober para llevarse el rebote y batir fácilmente a Manolo Reina.
Los de Luis García parecía que no se habían postrado sobre el césped y con la baja de Galarreta le costó aún más poder entrar en el ritmo del partido. La falta de presión arriba hizo que la UDLP pudiese llegar a manejar el partido a su antojo, con el Mallorca persiguiendo sombras y con un ancla que no aguantaba el ritmo canario.
La segunda parte, se podía previsualizar un partido con el campo inclinado hacia la portería de Domínguez. Sin embargo, la imposibilidad del Mallorca de generar hizo mella en todos los minutos de la segunda parte.
Solo un remate de Oliván que detuvo con problemas Domínguez fue el bagaje ofensivo del conjunto que dirige Luis García. Sin ideas, con un esquema muy poco flexible y con las bandas totalmente neutralizadas por la UD Las Palmas, el segundo acto fue un mero trámite para los canarios.
El equipo de Pepe Mel le dejó el testigo al Mallorca y se defendió de manera cómoda las intentonas bermellonas que iban con escasa dosis de peligro. El Mallorca volvió a naufragar en casa, donde ya acumula tres derrotas y ve agigantada su mala racha ante un matagigantes como la UDLP.