En el Dépor no dan el mercado por cerrado. No hay liquidez sobrante para invertir en un nuevo jugador ni tampoco fichas, pero a pesar de esas trabas siguen rastreando el mercado. La razón es que el cuadro herculino busca la forma de liberar una ficha y un sueldo alto, algo para lo que dos nombres aparecen claramente en escena: Miku y Diego Rolán.
El venezolano es, con creces además, la opción número 1 para intentar su salida. Su salario no es algo prohibitivo para el Dépor, pero si es considerable y desde luego no está acorde a su rendimiento. Las lesiones, casi continuas, le hacen ser un fichaje fallido (aunque se vendió como ilusionante). Desde la secretaría técnica intenta buscársele una salida, sobre todo para poder liberar la ficha y poder buscar otra incorporación, pero no será fácil.
La otra opción es la de traspasar a Diego Rolán. El uruguayo ha dicho que quiere quedarse, pero el Dépor no parece hacerle ascos a un traspaso, siempre que la oferta ayude a compensar lo suficiente un año en el que el déficit que ABANCA tendrá que asumir va a ser grande. Además tiene un salario indigno de la categoría de bronce (1,3 millones de euros) y su salida también sería un ahorro más que importante. Pero en cualquier caso su salida solo se daría en caso de traspaso y nunca una cesión.
Un extremo diferencial, prioridad número uno
En el caso de que se consiga liberar esa ficha, la prioridad para Rubén de la Barrera está clara: un extremo o un segundo punta diferencial. Si hay una debilidad que el técnico coruñés cree que tiene la plantilla es la falta de desborde del equipo. Apenas hay jugadores en el plantel con capacidad para lograr desequilibrar y dentro de la medida de lo posible eso es lo que el club busca y rastrea, por si finalmente logra dar alguna baja.