La enfermería vuelve a traer dolores de cabeza al Levante. En el tramo de la temporada más ilusionante de prácticamente toda su historia y cuando en apenas una semana se jugará el pase a la final de la Copa del Rey, los problemas físicos de jugadores importantes siguen dando quebraderos de cabeza a Paco López. Sí es cierto que el equipo se adaptó bien a la baja de Campaña. Pero ahora los problemas aumentan.
Lo empezaron a hacer cuando Melero también cayó lesionado. Una lesión que se ha confirmado será mucho más grave de lo esperado, pues estará fuera del equipo hasta abril, confirmándose, como se esperaba, como ausente en la vuelta de la semifinal. Pero ahora en apenas 7 días, al Levante se le han caído tres jugadores más: Radoja, Postigo y Bradhi.
El mediocentro balcánico cayó lesionado en el primer encuentro frente al Atlético. Su lesión no es grave, pero está totalmente descartado para este próximo fin de semana y casi seguro también para la vuelta de Copa. En cualquier caso, si llegase, lo haría lejos del 100%. El central no pudo jugar ya el último partido frente al Atlético de Madrid. Iba a jugarlo, pero unas molestias musculares lo impidieron. El Levante no ha comunicado el tiempo de baja, pero todo apunta a que tampoco estará para los dos encuentros frente al Athletic.
El último en caer según comunicó ayer el club ha sido el macedonio Enis Bardhi. El centrocampista de corte ofensivo sufre molestias en el sóleo. Como en el caso de Postigo, el Levante no ha comunicado plazos, pero fuentes del club, según informan varios medios, no lo descartan aún para la Copa, dado que el jugador no ha sufrido una rotura como sí Postigo o Radoja. Esa es la esperanza que alberga el club granota sobre la presencia del macedonio en la Copa.
Vukcevic, la cara ‘alegre’
Al menos Paco López tiene un nuevo efectivo para paliar algo tanta lesión. El montenegrino Vukcevic está recuperado y dadas las ausencias en la medular es casi seguro que tendrá minutos obligados en estos partidos que se vienen en tan pocos días. No es un jugador que goce de la plena confianza del técnico de Silla, pero en la situación actual, a la fuerza, ahorcan.