Un partido perdido que algunos no recordaban se daría en el Ramón Sánchez-Pizjuán para completar la segunda jornada, aquella que se celebró a principios de temporada. Ambos conjuntos venían de haberse visto las caras recientemente, con la victoria ilicitana aún presente, por lo que los aires de revancha se respiraban en el conjunto local.
En-Nesyri termina con el aburrimiento
Ambos conjuntos tenían claro cuál iba a ser la dinámica de los 90 minutos y el Sevilla se dispondría a hacerse con la posesión en busca de sus oportunidades. Los de Escribá estaban bien plantados atrás, con la intención de cerras líneas y recuperar lo antes posible para salir a la contra. Cualquier error por parte sevillista podría pagarse caro, como ya se vio en tierras ilicitanas y así se vería también con la propia tarjeta a Sergi Gómez que tenía que cazar a Boyé para que no se lanzara en un mano a mano con Bono.
Sin embargo, pese a tener supuestamente el dominio del esférico, los pupilos de Escribá estaban dando cada vez más pasos hacia adelante y durante unos minutos tendrían al Sevilla casi encerrado atrás. Lopetegui pedía a los suyos que dieran pasos hacia delante pero les estaba costando mucho ya que su centro del campo estaba algo desaparecido, algo que se hacía notar sobre todo por las ausencias de Jordán y Fernando.
La primera mitad iría entre idas y venidas de ambos conjuntos, pero ninguno de ellos conseguía encontrar portería de forma certera. Mientras Escribá se encontraba tranquilo ordenando a los suyos desde la banda, Lopetegui parecía no estar nada de acuerdo con el juego que estaba plasmando los suyos y les pedía por tanto mucho más. Y cuando parecía que el encuentro iría al descanso con empate a cero, un centro de Suso sería rematado por En-Nesyri para marcharse por delante al descanso.
El Elche termina muriendo en la orilla
Con la reanudación, los sevillistas parecían haber escuchado a su técnico ya que se vería a un Sevilla mucho más incisivo. A ello se le agregaba que el Elche empezaba a estirarse algo más para buscar su tanto, por lo que los espacios generados estaban siendo aprovechados por los andaluces. El encuentro había subido de intensidad con los segundos 45 minutos y esto podía traer más tantos.
Tanto En-Nesyri como Munir, quien entraría para aprovechar los espacios, serían quienes meterían el miedo en el cuerpo a los ilicitanos. De no ser por las buenas actuaciones de Edgar Badía, el Sevilla podría haber ampliado su ventaja en más de una ocasión. Sin embargo, el gol se resistía y los de Escribá seguían respirando con la esperanza de encontrar su contraataque perfecto que les diera al menos un punto que rascar.
El nuevo técnico ilicitano estaba buscando un cambio y todo lo que tenía en el banquillo iría entrando poco a poco. De la tranquilidad en el primer tiempo había pasado a ser igual de activo que Lopetegui, pero Escribá no veía lo que necesitaba a los suyos. Estaban poniéndolo todo sobre el césped pero la falta de ideas estaba dando al Sevilla lo que necesitaba, que pasaran los minutos y Bono no tuviera trabajo alguno, salvo alguna ocasión aislada.
Los últimos minutos traerían una revolución por parte del Elche, el cual salía a por su gol con más corazón que cabeza y aquello lo utilizaría el Sevilla para sentenciar. Una contra de los sevillistas liderada por Óliver Torres la recibiría el ‘Mudo’ Vázquez dentro del área. Con una genialidad que ni Edgar Badía no esperaba, el argentino la golpearía con el tacón de espaldas a portería para sentenciar el encuentro.