España no pudo con Italia. Y no porque los de Luis de la Fuente no hicieran méritos. Al contrario, los españoles mostraron su condición de campeón de Europa y marcaron la iniciativa ante una selección italiana que se enrocó cada vez más y se hizo inexpugnable.
De la Fuente introdujo solo dos cambios del once que ganó hace unos días a Eslovenia: Mingueza en el lateral en lugar de Pipa y Manu García por Brahím Díaz. Cambio de cromos, aunque el sistema fue más ofensivo con un 4-3-3, en busca de profanar el muro de Italia. En la primera parte, aunque España dominó, Italia tuvo de dos ocasiones para abrir el marcador. La primera de ellas, un disparo al poco de empezar de Scamacca que no cogió portería, y posterior, un chut de Pobega que cerca estuvo de sorprender a Álvaro Fernández.
España mejoró con el paso de los minutos. En la primera mitad, apenas un acercamiento materializado por Manu García, que poco pudo hacer ante Carnesecchi. Pero era la que movía el balón, la que tenía la presión alta y la que buscaba los huecos, mientras Italia, esperando al contragolpe, ya les había asustado en dos ocasiones al contragolpe. Que los italianos jugaran con línea de tres en defensa no significaba que «la rojita» podía correr a sus anchas por el campo. Pues los de Paolo Nicolato estaban muy bien replegados y no dejarían pasar ninguna ocasión.
Sin embargo, el guion del partido era digno de una España que necesitaba ganar ante una Italia que el empate le era positivo. Pero la realidad era otra, totalmente diferente. Italia había empatado en el primer partido de grupo y otro tropiezo no podía permitírselo una selección que quiere estar en otra ronda. Pero ya se vio cómo los de Luis de la Fuente, con su dominio en tres cuartos del campo, apenas dieron banda ancha.
España mereció ganar
Y es que en la segunda mitad, España estaba más volcada en ataque. Tanto es así, que los minutos finales fueron constantes ataques de los españoles. Cucurella, Manu García o Abel Ruíz tuvieron ocasiones para estrenar el marcador, sin éxito. Y en la última, en el descuento, el jugador del Getafe cogió un rechace que obligó a Carnesecchi a estirarse para fijar el empate después de un tremendo disparo.
El partido se había puesto feo cinco minutos antes del final del tiempo reglamentario. Feo manotazo de Scammaca a Mingueza que acabó con la segunda amarilla del italiano. Mingueza, revolucionado, se encaró con Rovella y el jugador del Barcelona cayó en la trampa del centrocampista de la «azurra», que abusó de teatro y, aprovechando que no hay VAR, Mingueza fue expulsado injustamente. También Rovella, que vio la segunda amarilla por esa jugada, se fue a los vestuarios antes de tiempo. Tres expulsados en solo una jugada.
Con este empate, España sigue líder del grupo con cuatro puntos. El próximo martes, los de Luis de la Fuente recibirán a la República Checa, segunda, con dos puntos.