Cuando España ganó 6-0 a Alemania, parecía que era un punto de inflexión en esta nueva generación de la selección de Luis Enrique. Además, fue uno de los mejores partidos que la «Roja» hizo en mucho tiempo. Dio gusto verla jugar y daba lugar a que los pupilos de la selección nos iban a volver a deleitar.
Pero no. Todo lo contrario. Esa abultada victoria ante los alemanes tan solo fue un espejismo, que se manifestó el pasado jueves ante Grecia y que hoy, ante Georgia, se ha confirmado. La selección de Luis Enrique no cuaja, tiene muchas lagunas que solventar y, sobre todo, deja muchas dudas. En los dos partidos que llevamos de Clasificación hacia Qatar 2022 no ha dado señales a que vaya a ser una de las favoritas para alzarse con la Copa del Mundo. Y ya no solo eso, sino que su camino en el Mundial -de clasificarse- podría ser más corto que largo.
Y es que hoy, en un partido el cual, a priori, no era complicado ante la selección georgiana dio más decepciones que alegrías. España consiguió ganar y sacar los tres puntos de Tbilisi, para confirmar su primera victoria del grupo clasificatorio. Necesaria, pues un empate más podía provocar que Suecia y el primer puesto se distanciase y complicaría la clasificación. Pero fue lo único positivo de hoy.
Para empezar, fue la selección del este de Europa la que se adelantó en el marcador. Era el filo del descanso, un cuatro para cuatro en un contraataque que aprovechó Kvaratskhelia para batir a Unai Simón. La selección se iba al descanso por detrás en el casillero. Y no era ninguna sorpresa, pues era lo lógico después de la desilusionante primera parte de España. Pases horizontales, sin generar peligro y apenas un disparo de Ferrán Torres levantó a los aficionados del sillón (había público en el estadio, pero, como es lógico, más afín a Georgia).
España mejoró en la segunda mitad
Luis Enrique introdujo cambios en la segunda mitad. Metió a Marcos Llorente, Dani Olmo, Thiago y Oyarzabal y salió al ataque. Georgia, que había estado bien replegada atrás en el encuentro, notaba como se le iba gastando la gasolina, y al final lo pagó con los dos goles de la remontada de España.
Pedri recuperó un balón casi cumplida la hora de partido, se la puso a Jordi Alba, y el jugador del Barcelona, como mejor está haciendo esta temporada, colgó un balón al área al que no llegó Morata pero si Ferrán Torres, lo suficiente para meter la bota e introducir el esférico en la portería.
El asedio de la selección continuó, pero sin finalizar jugadas y sin disparos a puerta. Y se le notaron los nervios con el paso de los minutos. Balones sin encontrar rematador y con poco peligro e incluso alguna llegada de Georgia, que por suerte no finalizaron, a la contra. Pero, cuando parecía que el partido acababa en desastre, Dani Olmo probó fortuna desde fuera del área y Loria, que tocó el balón, poco pudo hacer para que el balón se transformara en el 1-2 y España se quedara con la victoria.
Ahí no acabó el partido, pues hubo tiempo de que, en un balón dividido, Shengelia entró en falta de forma criminal sobre Pedri y el jugador de Georgia se llevó la roja directa de forma merecida. Con este resultado, España ya suma cuatro puntos y recibirá en La Cartuja de Sevilla a Kosovo el miércoles.