Independientemente de que el Betis logre o no margen para intentar algún fichaje que en el plano económico sea una fuerte inversión, la mayoría de jugadores que lleguen al Betis, nuevos o de vuelta, lo harán a bajo coste. Fichajes muy low-cost o a coste cero, e incluso algunos de los cedidos que el club tiene por ahí. Un plano, éste, en el que dos jugadores piden con méritos la oportunidad de volver: Edgar González (con contrato hasta 2023) y Rober González (con contrato hasta 2024).
Edgar, central al que Rubi reconvirtió en pivote defensivo, está siendo uno de los fijos en los esquemas de Ziganda en el Real Oviedo. Ha participado en 27 de las 31 jornadas disputadas en la Liga SmartBank, 26 como titular. Salvo en contadísimas ocasiones, actuando siempre en el eje del centro del campo. Sumando el partido de Copa que jugó frente al Coria acumula 2.341 minutos esta temporada. Como mediocentro ha dejado ver facetas que en el Betis desconocían. Es el caso de una llegada desde segunda línea que le ha permitido sumar goles. Lleva tres y además una asistencia.
Rober González, por su parte, está cuajando también una buena campaña en Las Palmas. En las últimas semanas se vio lastrado después de contagiarse en COVID-19, ya que el jugador tuvo síntomas y llegó a pasarlo mal. Tardó en volver al equipo al verse mermado por el virus, pero el pasado domingo regresó a la titularidad en el empate a uno en el derbi frente al Tenerife. Entre la Liga y Copa del Rey, el extremo extremeño acumula 1.625 minutos de juego, con cinco goles y dos asistencias. Pero el emeritense no solo ha jugado de extremo, sino que también lo ha hecho de delantero y con bastantes buenas actuaciones.
Dos cesiones que están permitiendo crecer y evolucionar de forma notable a dos activos béticos para el futuro. Dos jugadores que quieren volver a Heliópolis el curso que viene y hacerse un sitio en la élite del fútbol español.