Partido importante y emotivo para Pacheta. El entrenador que se encargó de ascender al Elche se enfrentaba a su antiguo equipo en un duelo que puede ser clave para las opciones de permanencia de los dos recién ascendidos. El «efecto Pacheta» no ha sido flor de un día en tierras oscenses y los que hasta hace no mucho eran colistas hoy dormirán fuera de los puestos de descenso.
Primera parte movida
El balón comenzó a rodar en el césped del Alcoraz y llegó el primero. En la jugada siguiente llegó el empate. Rafa Mir abrió la lata con un buen remate tras un saque de esquina de Ferreiro, pero la alegría local duró segundos, cuando Vavro introdujo la pelota en su propia portería. Inicio de partido que gusta al espectador neutral pero deja con el corazón en un puño a los entrenadores.
Edgar Badía se puso el mono de trabajo y se dispuso a aguar la fiesta al equipo azulgrana con intervenciones notables en sus dominios. Si le faltaba algo al partido era la presencia del VAR, apareciendo este en el minuto 21 cuando Alberola Rojas señaló pena máxima. El videoarbitraje se puso en funcionamiento, haciendo que el colegiado de Castilla La Mancha anulase la sanción técnica y disciplinaria que había impuesto. Andrés Fernández intervino en un tiro de Mojica y minutos más tarde Sandro declinaría la balanza para los suyos. El ariete del Huesca probó desde el borde del área y envió el balón al fondo de las mallas de Edgar Badía. Con el resultado a favor de los locales se fueron los dos equipos a la caseta.
Rafa Mir, otra vez
La segunda mitad no podía comenzar con la misma energía que la primera, siendo los equipos sabedores que se jugaban mucho más que tres puntos. Sandro seguía activo en el ataque local. A la hora de juego, el baile de los cambios comenzó en los dos banquillos. Los de Escribá buscaban la igualada y los aragoneses mantenerse con ese buen resultado. En el ’70 de partido Andrés Fernández intervino perfectamente para sacar un balón de Rigoni.
Guido Carrillo, que entró de refresco, no pudo continuar y se marchó lesionado. Nino entró en su puesto buscando la machada. El Huesca vio como se le abría aún más el camino cuando se señaló pena máxima por manos de Mojica. Rafa Mir se encargó de lanzarlo, Edgar Badía adivinó pero el delantero del Huesca no falló para logar su doblete en la jornada de hoy y su duodécimo tanto en competición doméstica, siendo la principal baza de los oscenses. El Huesca sale del quemazón y mete al Elche en los puestos rojos de la tabla.