La Roma hizo historia de la manera más épica posible en la ida de los cuartos de final de la UEFA Europa League. Una noche de ensueño para el conjunto transalpino, que se sobrepuso a las adversidades para lograr darle vuelta al partido (1-2) ante el Ajax. Aunque el campeón de los Países Bajos tampoco ha dicho su última palabra en esta serie.
Oda ‘ajacied’
Como se previó desde un inicio, el partido fue un choque frenético, atractivo y sin tregua. El Ajax, eso sí, llevó la iniciativa a pesar de los intentos de la Roma por imprimir su juego. Rápidamente se dieron cuenta los capitalinos que eso no iba a ser posible ante la intensa presión y recuperaciones altas del local, por lo que priorizaron las transiciones que obtuvieron resultados. Enseguida, el duelo entro en un ida y vuelta que era un goce para el espectador neutral y en el que la ‘Loba’ se sentía más cómoda. Dzeko, tiro desviado, Cristante, de volea, y Mancini, en otro tiro en primeras, casi ponen por delante a su equipo.
Respondía entre medias el Ajax gracias a un jugón de Tadic dentro del área visitante que apunto estuvo de tocar la red. No obstante, y a pesar de su dominio extenuante, esa fue su única llegada clara hasta que llegó el punto de inflexión. La Roma perdió a Spinazzola por lesión y con él todo la profundidad que generaba por el carril zurdo. Así, los de Ten Hag se encimaron sobre el campo italiano y lograron llevar al error a los capitalinos. Diawara se equivocó en la entrega hacia Mancini, aprovechada por un Klaasen que combinó con Tadic en el área para adelantar a los ‘ajacied’ (39′). Un golpe duro que por poco tuvo secuelas cuando Tadic filtró hacia Antony, pero Pau López salvó a tiempo a su equipo (no sería la última).
Pau planta los cimientos de la remontada
Si antes del entretiempo el Ajax había arrinconado a su rival, la vuelta al césped no fue distinto. No había respiro para la Roma. Las manos se la llevaron al corazón los ‘giallorossos’ cuando Ibañez cometió un ingenuo penal sobre Tadic. Afortunadamente, Pau inauguraría su show de paradas al detener el tiro del serbio. Una acción que marcaría el devenir del encuentro. Porque en un instante, el equipo de Paulo Fonseca establecería paridad. Scherpen se comería la pobre ejecución de Pellegrini en un libre directo. El tanto pareció tener un efecto severo en el local, aunque en verdad sería solo un respiro a lo que vendría.
La ‘Loba’ volvió a ser víctima de un estruendoso asedio, por lo que, sin más, se fio de su guardameta. Y es que el Ajax derrochó un fútbol sensacional, pero que tuvo oposición en un gigante Pau, que frustró las intenciones de Tadic, Brobbey y Antony. Manos de portero de élite y un ejercicio de supervivencia digno de gladiadores que tuvieron su recompensa cuando Ibañez paso de casi villano a héroe. El brasileño aprovechó un mal despeje de Klaasen en un tiro de esquina y le rompió el arco a Scherpen para llevar al éxtasis a su equipo y derrumbar, de paso, la serie de 24 partidos invicto de los locales. Una victoria que pasará a la retina como la noche que la Roma se robo el espectáculo en Ámsterdam.