Partido con tintes épicos sobre el césped de la Nova Creu Alta de Sabadell. Sobre el tapete verde del estadio arlequinado, dos equipos con objetivos totalmente opuestos pero en busca de una victoria que les acerque.
El Mallorca se plantó de rosa, temas de marketing actual, con las garras afiladas y nada más empezar, Álvaro Giménez puso el primero, pero lo anularon por fuera de juego del delantero ilicitano. A pesar de la falsa alegría, los de Luis García siguieron con el pie sobre el acelerador, sin embargo, el gol llegó pintado de azul y blanco arlequinado. En un córner pasado, Jaime Sánchez se disfrazó de acróbata para enganchar una chilena imposible para Manolo Reina.
Con el gol catalán, el Mallorca se ahogó entre el mar de piernas del Sabadell, que se defendió ante las acometidas sin alma de los bermellones hasta el final de la primera parte. Como al inicio del partido, los isleños salieron fuertes. Iñigo Ruiz de Galarreta estuvo a punto de empatar con un disparo desde la frontal tras previo recorte sobre el área. Sin embargo, el buen inicio duró poco y el partido volvió a entrar en una dinámica de juego muy previsible de los bermellones.
El encuentro volvió a irse hacia lo que quería Antonio Hidalgo. Un partido espeso, en el que pasen pocas cosas y en el que el Mallorca se fue agobiando ante un Sabadell muy bien colocado ante las acometidas visitantes. En ese mar de dudas que generó los arlequinados en el Mallorca se perdió la oportunidad de dar un golpe de autoridad ante otro pinchazo del Almería.
Por su parte, el Sabadell vuelve a ganar en casa, donde no lo hacía desde 2020 ante la UD Las Palmas y se abona a la lucha por la salvación venciendo al mejor equipo fuera de casa.