Las calles de Castellón hoy brillaban por la ausencia de gente, el covid es una de las razones pero la otra es que el equipo de su ciudad, al que le quedan por jugar tres finales para dirimir en qué división militará el próximo año. En la primera de estas finales el Castellón recibía la visita de una Ponferradina con unas opciones de play off bastante bajas.
Pero si una noticia había acaparado los focos más que cualquier otra era la de la presencia de público en los estadios, algo posible tras la última medida del gobierno en la Comunidad Valenciana y en Baleares.
Saltaron los jugadores al campo y el respetable comenzó a vitorearlos. Estos devolvieron los aplausos con gestos de agradecimiento. Una comunión que llevaba demasiado tiempo alejada. Los ánimos se mantuvieron con el balón rodando ya, y el Castellón comenzó el partido bastante enchufado.
Dos remates de Iván Rodríguez pusieron a sus rivales sobre alerta, ya que los de Castalia tenían mucho en juego. A este arreón inicial de llegadas le trató de responder la Ponfe, a quien le había costado más meterse en el encuentro.
Sin embargo, su defensa tuvo problemas para controlar la marca de los delanteros rivales durante bastantes tramos del partido. Pasaban los minutos y el Castellón buscaba y buscaba algún tipo de brecha en las defensa del conjunto de Bolo.
El descanso estaba a punto de llegar y los ataques se convirtieron en una aluvión de centros laterales que la defensa de la Ponferradina pudo controlar, llegando incluso a asestarle el golpe de gracia al Castellón justo antes del descanso. Todo comenzó con un mal despeje de Señé, que acabó en las botas de Sielva para que este terminara marcando el primero de la tarde.
No obstante no todo iban a ser buenas noticias para su equipo, pues antes de llegar a la hora de partido tuvo que gastar un cambio por la lesión de Juergen, que buscando una pelota en el área tuvo un mal movimiento en la rodilla al caer del espaldas.
El gol, que había sido todo un jarro de agua fría para los blanquinegros, no les mino los ánimos y continuaron elaborando jugadas de ataque en busca del empate, hasta el punto de que casi tiene un penalti a favor en el 75. Cayó Juanto en el área por un derribo de Iván Rodríguez, pero el colegiado no estimó que el contacto fuera suficiente para señalar la pena máxima.
Atacaba mucho el Castellón, pero los centros laterales no terminaban de encontrar rematador y los que lo conseguían como el de Cubillas, no iban a portería.La Ponfe aguantó la embestida rival con categoría, y pudo llegar a sentenciar el partido en los minutos finales. Lo haría Pablo Valcarce tras un contragolpe de campeonato de Carlos Doncel y un posterior recorte de Valcarce que enmudeció momentáneamente al público.
Con este resultado, el Castellón deberá de aguantar a ver como termina la jornada para conocer su posición en la tabla. Al equipo le quedan 2 finales en las que luchará por la competencia con una garra similar a la mostrada hoy.
Por su parte, la Ponferradina le comienza a poner un buen cierre a una temporada en la que el equipo tiene motivos para sonreír.