Con la resaca de celebración se presentó el Mallorca en el Heliodoro Rodríguez López. Con el ascenso certificado gracias a la derrota del Almería en el Cartagonova y con más de una cerveza habitando por algún hígado los bermellones se midieron a un Tenerife ya con la cabeza en la próxima temporada.
A priori, se esperaba un partido con poca intensidad y con un Mallorca bastante fuera, pero el guión fue totalmente distinto. Los de Luis García Plaza, con muchas rotaciones salieron a dominar y lo consiguieron. Eso sí, con poca oposición de los chicharreros. Los de Ramis dispusieron un bloque bajo sobre el Heliodoro y el Mallorca se sintió muy cómodo con jugadores como Galarreta y Mollejo campando a sus anchas.
Sin embargo, el peligro llegaba a cuenta gotas. Sólo Mollejo puso en apuros a un Serantes muy acertado. Al minuto llegó la respuesta tinerfeño en botas de su mejor jugador. Shashoua escondió su remate al máximo para sacar un derechazo que se fue por muy poco. Aunque lo intentó el Tenerife el que daba sensación de más mordiente en cada acción era el conjunto balear y ahí fue dónde decantó la balanza en un córner botado por Trajkovski y rematado por Victor Mollejo de cabeza.
En la segunda parte, el Tenerife salió mucho más atrevido por la arenga de un Ramis indignado por la imagen de su equipo en la primera parte. De ahí nacieron los primeros acercamientos del conjunto canario. Primero fue Álex Muñoz llegando de segunda línea, como a él le gusta, el que puso a prueba a Miquel Parera y minutos más tarde Aitor Sanz desde lejos con un chut secó que volvió a repeler Parera.
El Mallorca no se olvidó de atacar y pudo aumentar la ventaja en más de una ocasión. Mboula hizo que Serantes se luciese con una mano abajo y fuerte para evitar el gol de la sentencia del catalán. Poco después, otro catalán fue el que tuvo el 0-2 en sus botas. Cardona salió travieso y con un chut parecido al de Shashoua estuvo muy cerca de volver a marcar.
Sin embargo, ninguno de los dos equipos fue capaz de generar algo más para mover el marcador y así, el Mallorca, bañado en oro y resaca se llevó tres puntos de Tenerife y un ascenso. Por su parte, los chicharreros no pudieron remontar una primera parte sin tensión competitiva y ya plantean la temporada próxima.