No es nuevo, ni reciente, el interés del Granada (además del FC Barcelona) en Jordi Masip (Sabadell, 3 de enero de 1989). El meta catalán, tras el descenso blanquivioleta, es una pieza cotizada. Aunque este pasado curso no tuviese su mejor año, ha sido uno de los pilares sobre los que se han sustentado, no solo las permanencias recientes del conjunto de Zorrilla, sino también el último ascenso a Primera División; temporada en la que llegó al club.
Pero la situación cambia ya que ahora, rotas las negociaciones con Miguel Ángel Moyá, en Los Cármenes se han lanzado en busca de lograr su fichaje. Esta campaña, donde debido a lesiones y el haber pasado la COVID-19, compartió titularidad con Roberto, de forma que solo ha jugado 25 partidos. Aun así nadie duda de sus condiciones ya que de sus actuaciones pendieron las anteriores salvaciones en la máxima categoría del Real Valladolid. En total suma defendiendo la portería pucelana 142 partidos.
Si algo es una prioridad en el conjunto rojiblanco es cerrar al menos un portero. La marcha de Rui Silva ha dejado a la vista que tanto la dirección deportiva anterior, como la reciente no ha tenido plan para la portería. Eso, iniciada ya la pretemporada, supone un problema ante la delicadeza e importancia para la posición de portero.
En cualquier caso contar con Masip no le será sencillo al Granada. El Real Valladolid, donde tiene contrato por una campaña más, quiere retenerle sabedor de su importancia y de su nivel cuando alcanza su pico de forma. Todo dependerá de hasta donde esté dispuesto a llegar el propio Masip para volver a Primera División o quedarse en Zorrilla.