¿Realidad o espejismo?
El principio del partido pilló por sorpresa a propios y extraños y es que la selección checa no se ha clasificado a estas olimpiadas por nada, el partido comenzó con un vendaval por parte de los europeos que descolocó a los pupilos de Popovich con un 9 a 2 de parcial inicial basado en el acierto ofensivo de la República Checa y el desacierto de los norteamericanos que no encontraban la forma de romper la defensa europea que no fuera con triples precipitados que no encontraban la red.
A pesar de ello los estadounidenses tienen en el talento su fuerte y les bastaba con poco para acercarse en el marcador ,contrarrestado por un iluminado Blake Schilb que permitió a su selección despegarse en el marcador a punta de triple para conseguir hasta diez puntos de ventaja que metía a los americanos el miedo en el cuerpo y dejaba a Satoransky y compañía con siete puntos de ventaja al final del primer cuarto
El despertar norteamericano
El segundo cuarto no iba a tener nada que ver con el primero, la reacción defensiva de los estadounidenses se hizo notoria desde el inicio y a los europeos empezaba a costarles horrores cada canasta y EEUU recuperó el acierto ofensivo que les caracteriza para recuperar el mandato en el marcador. Sin embargo los checos no le perdían la cara al partido y al descanso consiguieron marcharse a cuatro puntos tan solo de diferencia.
Golpe de realidad
El partido se hizo demasiado largo para los europeos que en la seg
unda parte solo pudieron ver cómo el team USA les pasaba por encima con una exhibición ofensiva liderada por Durant y Tatum que anotaron canastas de todos los colores mientras que la República Checa bajaba los brazos ante una avalancha que fue demasiado para ellos, encajando un 72-41 en la segunda parte.