El Atlético de Madrid ha tirado la toalla por Dusan Vlahovic. La pretensión y cerrazón del presidente de la Fiorentina a negociar su traspaso ha hecho que el serbio no se vaya a mover de Florencia este verano. De cara al futuro, dado que su contrato expira en 2023, el club colchonero podría volver a por él siempre que no renueve hasta 2027 como pretende el cuadro viola.
Pero la realidad es que ahora mismo el Atlético necesita un delantero y se le agotan los nombres que gusten. Con Rafa Mir ya en el Sevilla por forzar demasiado la negociación con el Wolverhampton y ahora sin Vlahovic quedan dos nombres que desde el Metropolitano no confirman, pero tampoco desmienten que gustan: Matheus Cunha y Maxi Gómez. Uno de los dos tendrá que llegar, salvo que haya un tapado, en los próximos días.
Ambos requieren una inversión potente en el mercado pero debe definirse muy bien a por cuál se va, ya que son dos delanteros completamente diferente. El brasileño es móvil, ideal para jugar con un acompañante en punta y no como referencia. Su precio con el Hertha Berlín que, en previsión de un probable traspaso no le alineó este fin de semana, estaría entre los 30 y los 35 millones. Además en su caso el club atlético contaría con la disponibilidad absoluta del campeón olímpico en llegar a Madrid.
El charrúa, vieja pretensión de Simeone, estaría en un precio quizá algo más bajo, entre los 20 y 30 millones según se informaba desde Valencia. Bien conocido, es un ‘9’ de remate y de área. Sin embargo el jugador ya mostró su total compromiso con Bordalás para quedarse en el club ché. Una circunstancia que en el Atlético genera alguna duda y, sobre todo, por su rendimiento el último curso, muy alejado de lo que se espera de él.