Duelo adelantado al sábado a las seis de la tarde en el Nuevo Ganzábal. Partido en el que el Unión defenderá su pleno de puntos hasta la fecha logrados en casa, así como su imbatibilidad tras cuatro jornadas, frente al conjunto segoviano. Un equipo que está yendo a más con el paso de las jornadas y tras el severo traspié de la primera jornada suma 7 de los últimos 9 puntos con un notorio crecimiento en su juego que le permite también estar en la zona noble de la clasificación tras cuatro fechas.
El encuentro, catalogado en la previa por las redes sociales del cuadro langreano de leyenda, será algo inédito, pues nunca antes ambos equipos se habían enfrentado en categoría nacional. Lo dirigirá el árbitro de Vitoria, Iker Ruiz Rabanal. Este colegiado novel en la categoría, ya que ascendió el pasado verano de Tercera División, tiene 26 años y dirigirá por primera vez a ambas escuadras.
Continuidad a la buena marcha en el Unión
El conjunto langreano no hará revoluciones en lo que funciona. Es la máxima de todo entrenador y de todo equipo y Samuel Baños seguirá con naturalidad intentando evolucionar y mejorar su equipo sobre lo que está funcionando. De esta forma la base de jugadores que ha logrado arrancar con cuatro partidos puntuando en la llamada ‘media inglesa’ de ganar en casa y empatar fuera serán los que intenten prolongar la racha ganando a la Gimnástica en el Nuevo Ganzábal.
Las dudas del técnico se centran en los tocados. Pana se perdió la visita al Pepe Quimarán por una lesión de última hora y parece complicado pueda estar ante el conjunto segoviano, si bien Samuel Baños no lo ha descartado plenamente. Caso no muy diferente a Abel Bretones. El canterano inició la liga como titular y tuvo una actuación destacada frente al Bergantiños. Sin embargo tras la visita al Arenteiro cayó lesionado y todo apunta a que se perderá también este encuentro, siguiendo Álvaro García en el once.
Sumar puntos para una posible época de vacas flacas
En la Gimnástica no quieren llevarse a engaños. Salvo el traspié inicial con el Adarve, el equipo se ha mostrado híper competitivo frente al resto de rivales y suma siete puntos, solo uno menos que los que tiene el bando langreano. Todo esto lo ha logrado con dos contundentes victorias como local y un curradísimo empate en Avilés apoyado en una columna vertebral muy reconocible en el equipo de la ciudad castellana que dirige Manu González.
El técnico cuenta con una columna vertebral muy bien definida en la parte de atrás. Tanto Carmona como la línea de cuatro con Manu de pivote por delante apenas se ha tocado en el mes que ha transcurrido de temporada. Javi Marcos y Mansour también son fijos, pero Adrián y Rubén son intocables en los laterales y Manu fue incluso ensalzado por Jorge Otero, entrenador del Arosa el pasado domingo. Lo que sí está variando más en la parcela ofensiva encargada principalmente del gol. Ahí las piezas son más móviles y no tan seguras, pero todas ellas están funcionando a gran nivel.