El PSG vuelve a retomar su objetivo principal: la UEFA Champions League. Ya en el ecuador de la fase de grupos, los capitalinos no buscan bajarse del liderato del grupo A, más cuando enfrente tienen a otro gran rival. Un Leipzig que si bien pasa por muchas necesidades, sobre todo en Europa, siempre da pelea. Bien lo saben los galos, puesto que se conocen en demasía: cuarto duelo entre ambos en apenas un año.
Ganar como fórmula para crecer
Alejados de la escandalosa superioridad con la que se manejan en la Ligue 1, el PSG retoma el camino hacia San Petersburgo. Lo hace con mucha presión encima y con el reto marcado de superar a todo aquel que se le cruce enfrente. Es lo que exige tener un plantel lleno de estrellas. Lo mismo adecuarlos a un sistema que saque lo mejor de ellos. Por el momento no lo ha logrado, mas siempre y cuando se aseguren triunfos (10 en 13 partidos), así sea en apuros, nada puede salir mal. Sobre todo en partidos como la victoria (2-0) contra el Manchester City. Ello sirvió tanto para elevar el ego como hacerse con el liderato, que tendrán que refrendar ante el necesitado Leipzig. «Ambos tenemos urgencias. Buscarán el resultado, más allá de su calidad y agresividad», declaró Pochettino.
Es consiente el entrenador de los galos de que un rival en apuros es siempre el más complicado. Más cuando este tiene la jerarquía que han ganado los ‘toros’ alemanes. Con apenas 4 victorias en 11 partidos, aún sorprende el hecho de que las tácticas marca RB de Marsch no palmen completamente con el Leipzig. La irregularidad se ha apoderado de la escuadra teutona, incapaz de imponer su conocido juego eléctrico ni la alta cantidad de goles que lleva anotados (20). La derrota (1-2) ante el Brujas, que los dejó muy tocados, fue la última prueba de ello. Literalmente, la cara de la otra moneda del PSG; no obstante, ello no quiere decir que van a bajar los brazos. «Tienen el mejor ataque del mundo, pero tenemos pasión y confianza para sacar un gran resultado», indicó Marsch.
La balanza se ha desequilibrado
Mensaje convincente el del americano, tanto para encender las alarmas en Pochettino. Más aún cuando la enfermería sigue sin desocuparse. Al ya lesionado Ramos (sin fecha de estreno), se le han sumado Paredes, Di María y Neymar, tres piezas sumamente claves en el esquema del Paris. Alegría para el Leipzig y, en específico Marsch, a quien se le ‘facilita’ la labor al momento de idear la mejor estrategia para frenar al subcampeón francés. Cuenta para ello ya con casi toda su plantilla, salvo por Olmo, Brobbey, Halstenberg y Saracchi. Sin embargo, nada es sencillo sí se tiene como oponente a Messi.
Justamente, el fichaje del argentino termina siendo -como para el resto- el quiebre definitivo en la rivalidad formada entre galos y germanos. Para los del este de Alemania, haber tenido a Nagelsmann en el banquillo equiparaba el potencial del que su competidor dispone (Mbappé, Neymar y compañía). Si la marcha del alemán trastocaba la paridad que podía haber en este choque, la llegada de Messi, y otras figuras, marca de lleno las distancias. Así como sus respectivos momentos. Pero, claro, eso se tendrá que certificar en el césped del Parque de los Príncipes, donde el argentino buscará guiar a su nuevo equipo a un nuevo triunfo. De estar inspirado, se le avecina un gran aprieto al Leipzig; mientras, al PSG, una gran noche.
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