El Clásico moderno del baloncesto europeo llegaba con la Turkish Airlines Euroleague recién levantada. La jornada cinco ponía en jaque a Real Madrid y Fenerbahçe Beko Istanbul, dos de los titanes de Europa, con la mirada puesta hacia arriba.
Impone su físico Fenerbahçe
El Real Madrid tenía una primera prueba altamente complicada, pues Walter Tavares no se había vestido de corto. Y eso siempre es un problema. Fenerbahçe, además, no ayudó queriendo jugar un partido duro físicamente y con mucha defensa. Costó conectar y entrar en partido para los chicos de Pablo Laso, continuamente presionados por las manos de los turcos. 6-5 tras cinco minutos de partido.
Fenerbahçe impuso un listón físico altísimo para competir con el derroche de talento que atesoraba el Real Madrid. Y así consiguieron también ellos despertar y meterse en la pelea. Los blancos, muy imprecisos, acabaron cediendo el primer cuarto ante el poderío de los turcos. Ganaba el planteamiento de Sasha Djordjevic con el 10-15.
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El Real Madrid sufría en la pintura. Sin Walter Tavares y con Vincent Poirier cargado de faltas personales, Eli Ndiaye tuvo que salir a batirse en duelo con los grandes de Fenerbahçe y mantener esa protección del aro. Y aunque los blancos mejoraron en defensa, el intercambio de canastas sólo beneficiaba a los turcos. Achille Polonara colocó a base de triples el 20-38.
El paso de los minutos no hacía sino mejorar las sensaciones de Fenerbahçe. El Real Madrid estaba en la UCI. Los turcos jugaban a placer, y hacían lo que querían en ataque. En defensa, manteniendo la intensidad, el trabajo estaba hecho. Ni los tiros liberados le entraban a los blancos. Pablo Laso se desgañitaba la garganta buscando la reacción de los suyos. Fabien Causeur arregló el desaguisado sobre la bocina para el 35-41.
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Carlos Alocén y Rudy Fernández lo cambian todo
Tenía mucho que mejorar el Real Madrid. Si conseguía controlar sus impulsos contra los árbitros y limpiar la mente en ataque, podría competir. Pero Fenerbahçe, tejiendo una tela de araña defensiva casi imbatible, y castigando en cada ataque, no estaba por la labor. Y, aún con esas, los blancos seguían vivos con el 40-48 brillando en el marcador del WiZink Center tras cinco minutos de cuarto.
Algo se activó de repente en el Real Madrid. Parecían otros. Agresivos, queriendo ir al robo de balón, duros en defensa y en el rebote… Y eso encendió al WiZink Cemter, que daba un empujón extra a su equipo y se lo robaba a un Fenerbahçe que veía las señales de peligro. Fundamental Carlos Alocén y su garra defensiva. Pero seguían yendo por debajo, aunque llovía menos en el 50-52.
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Diez minutos de puro espectáculo. Eso es lo que restaba en el WiZink Center. Remontada del Real Madrid o una merecida y trabajada victoria del Fenerbahçe. Los turcos, desde luego, no iban a aflojar e iban a seguir con su plan hasta el final. Pero Carlos Alocén, desatado, consiguió poner el 58-58 a falta de seis minutos. Había miedo en los turcos y euforia en los blancos.
Había garra en el Real Madrid. Si mucho mérito lo tenía Carlos Alocén, tampoco se le podía restar a Rudy Fernández, hiperactivo, y dejando claro que está en uno de sus mejores momentos en su extensa carrera. Entrando en los últimos tres minutos, Fenerbahçe se lo llevaba por 61-62.
Carlos Alocén anotó un tiro libre (62-62). Y más desde la línea de personal para Thomas Heurtel y Vincent Poirier (64-62). Jan Vesely volvió a empatar. A falta de 1:48, Pierria Henry sentó una dura puntilla con un triplazo para el 64-67. Mucho en juego a falta de un minuto con el 66-67. Nando de Colo parecía sentencia con el 66-69 a 44 segundos. Pero el titán francés daba un final inesperado con dos libres hasta el 70-69 a falta de diez segundos. Una oportunidad para Fenerbahçe… Que quedó en nada. Los pupilos de Pablo Laso sudaron sangre para llevarse la victoria.