No fue la tarde del Borussia Mönchengladbach. Con clara oportunidad de colocarse en lo alto de la Bundesliga, los ‘potros’ perdieron su oportunidad tras ceder ante el Hertha Berlín (1-0). No fue el mejor partido de ninguno de los dos, pero Richter aprovechó la primera oportunidad de su equipo para dejar grogui a su rival. No ofrecieron más los capitalinos, así como también obligaron a su rival a no hacerlo.
Richter voltea la partida
Una racha de 4 partidos invicto de 5 hacían prever que el Mönchengladbach no estaba en labor de ir en capa caída. Plasmó esas sensaciones apenas piso el césped, presionando alto y no dejando salir al Hertha de su mediocampo. Sin chances de contraatacar, ‘Die Alte Dame’ salía frustrado de cada disputa, no dejándole otra que arruinarle el contexto a su rival yendo a la fricción. No le afectó de primeras al Gladbach, que jugaba tranquilo con la pelota, pero no tenía la precisión suficiente en el último tercio para hacer valida su superioridad. De hecho, su primera ocasión llegó con un cabezazo de Elvedi tras un tiro de esquina mal ejecutado.
No se detendrían, igualmente, los ‘borussers’, dirigidos por un Hofmann que domaba el balón a placer y un Koné con pulmones de acero. Aun así, sería la conexión Stindl-Embolo la que generaría su otra gran oportunidad, pero el suizo remató muy alto el balón. Las chances sucedían, mas el gol no caía, y eso era vida para los locales. Le tomó tiempo al equipo de Dárdai acercarse a portería debido a la buena performance de la zaga ‘potra’; sin embargo, en un ataque fugaz e inesperado, se pusieron por delante. Luego de un saque lateral al área, Richter sacó provecho de un una carambola para mandarla a guardar (40′). Fue lo único que necesitó el Hertha para irse tranquilo al descanso.
Los ‘potros’ galopan sin cabeza
Las cuatro ocasiones previas que el equipo ‘blanquiazul’ había tenido después del gol estremecían a la afición berlinesa, que quedo igual de tranquila con el ejercicio defensivo de su equipo. Y es que el Hertha, consciente del talento que atesora el Mönchengladbach para poder reponerse, se dedicó a escudar a Schwolow. El oficio, liderado por Ascacibar, era sumamente frustrante para la visita. Ni las entradas de Neuhaus y Pléa auguraba mejor plenitud en campo enemigo, una mina con cada progresión. Sin embargo, fue desactivar cada explosivo y empezar a encontrar mejor fútbol, sobre todo en el carril central.
Así, Pléa y Embolo casi logran mandar el balón a portería de no ser por su mala precisión, que siempre le falto a los ‘potros’. Las sensaciones de empate volcaron a los de Hütter a un asedio menos dominante que el anterior, pero que empezaba a rascar las grietas de los capitalinos. Eso sí, el Hertha no iba a dejar pasar la oportunidad de sentenciar en transición con su renovada ofensiva. En lo que era un ida y vuelta con mucha emoción y sí muchos errores, el Mönchengladbach, para su mal desear, se volvió su propio verdugo. Las recomposiciones hechas no bastaron al Borussia para seguir con su buen andar. Su trastabillante pasó por Berlín, es más, lo hacen retroceder.
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